De bien nacido es ser agradecido. Karl Towns, investido como la primera selección del sorteo de la NBA, no perdió un segundo en agradecer a los responsables del éxito que hoy exhibe: sus padres.
“Mis padres se sacrificaron, dieron todo por mi y aquí les demuestro que ese esfuerzo no fue en vano”, dijo el jugador de padre norteamericano y madre dominicana a la transmisión del sorteo de la NBA que lo entrevistó inmediatamente fue tomado como número uno.
“Para este momento es que vives y llegó”, agregó el centro de siete pies de estatura, quien también agradeció a su dirigente en la Universidad, John Calipari.
Towns está más que deseoso de unirse a su nuevo equipo, los Timberwolves de Minnesota. “»No voy en busca de éxito individual, voy en busca de alcanzar éxito como equipo. Voy con una actitud ganadora. Iré a trabajar fuerte”, dijo el dominicano.
Sus papá estaba, como era de esperarse, invadido por una felicidad que casi siempre termina en lágrimas. “Esto es increíble, no lo puedo creer”, dijo Karl Sr. “Quiero llorar. Todo lo que trabajamos, todo lo que hicimos, la gente no se imagina todo lo que sacrificamos”, señaló.
Su madre, Jackeline, que es dominicana, estuvo más serena que su cónyuge. Ambos confirmaron que durante los partidos se sentaban separados por cuestiones de buscar suerte.
“Le dije que siga trabajando fuerte y que lleve la sonrisa que siempre nos da en la casa”, dijo su madre.
