ONU: Nuevos casos de ébola no son bien rastreados

KAMPALA, Uganda— Las autoridades están teniendo problemas para descifrar cuánta gente más se está enfermando de ébola en Liberia y Sierra Leona y dónde están los puntos de crisis en esas naciones, lo cual obstaculiza los esfuerzos para controlar&

KAMPALA, Uganda— Las autoridades están teniendo problemas para descifrar cuánta gente más se está enfermando de ébola en Liberia y Sierra Leona y dónde están los puntos de crisis en esas naciones, lo cual obstaculiza los esfuerzos para controlar la letal epidemia, dijo el martes el principal funcionario de la ONU en el occidente de África encargado de combatir al virus.

«El reto es (tener) buena información, porque la información ayuda a decirnos dónde está la enfermedad, cómo se está propagando y dónde necesitamos enfocar nuestros recursos», dijo Anthony Banbury a The Associated Press vía telefónica desde Acra, capital de Ghana, donde tiene su base la Misión de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ébola (UNMEER, por sus iniciales en inglés).

Expertos en salud señalan que la clave para detener la enfermedad es romper la cadena de transmisión al rastrear y aislar a quienes hayan tenido contacto con pacientes o víctimas fatales de ébola. Los trabajadores sanitarios no pueden hacer eso si no saben dónde están emergiendo casos nuevos.

«Y desafortunadamente, no tenemos datos buenos de muchas áreas. No sabemos exactamente qué está sucediendo», dijo Banbury, director de UNMEER.

El funcionario, quien la semana pasada visitó los tres países más afectados, dijo que es «desgarrador» ver a familias destrozadas por el ébola mientras batallan para cuidar a parientes enfermos y al mismo tiempo esperan evitar infectarse. Agregó que espera un enfoque nuevo en Liberia en momentos en que la ONU y sus asociados mejoran la capacidad de las comunidades para sepultar de manera segura a las víctimas.

En la última semana, Banbury se reunió con los presidentes de Guinea, Sierra Leona y Liberia, donde se han dado la inmensa mayoría de los más de 10.000 casos de ébola, indicó la ONU.

Mientras tanto, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que esas tres naciones necesitan al menos 5.000 trabajadores sanitarios más para combatir la epidemia con efectividad.

Kim comentó el martes que le preocupaba dónde podría encontrarse a esos trabajadores de salud, dado el extendido temor al ébola. La cuarentena aplicada a los trabajadores sanitarios que regresan a sus países —como lo están haciendo algunas entidades de Estados Unidos— también podría dañar los esfuerzos de reclutamiento.

El presidente del Banco Mundial habló junto con el secretario general de la ONU Ban Ki-moon y la presidenta de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, en Adis Abeba, Etiopía, donde está la sede de la UA.

A medida que más países cierran sus fronteras con las naciones afectadas o restringen severamente los viajes desde éstas, la presidenta liberiana Ellen Johnson Sirleaf suplicó el martes al mundo que no le dé la espalda a aquellos que están sufriendo.

«Simplemente nos gustaría que la comunidad internacional continúe viendo esto como una amenaza global; esa estigmatización, exclusión, restricción no es la respuesta apropiada a esto», enfatizó.

Habló junto a Samantha Power, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, quien también está visitando esta semana los países más afectados por ébola. Power reiteró que la mejor manera de mantener seguros a los estadounidenses es ayudar a las naciones del occidente africano a combatir la enfermedad.

«No sólo estamos buscando disminuir el problema, estamos buscando acabar con el problema», agregó.

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