Una región con sabor a historia

La República Dominicana es un país que cuenta con una interesante historia, exquisita gastronomía, gente alegre y monumentos de incalculable valor cultural, gracias a que en ellos están cimentadas las verdaderas raíces del pueblo caribeño. La…

La República Dominicana es un país que cuenta con una interesante historia, exquisita gastronomía, gente alegre y monumentos de incalculable valor cultural, gracias a que en ellos están cimentadas las verdaderas raíces del pueblo caribeño. La Región Sur no solo es rica en arte culinario, sino que cuenta también con diversos monumentos patrimoniales que son utilizados como referencia y representación de las ciudades donde fueron construidos.

Esta región está compuesta por las provincias de San Cristóbal, Peravia, San José de Ocoa, Azua, Bahoruco, Barahona, Dajabón, Elías Piña, Independencia, San Juan y Pedernales. Muchos de los monumentos de la región Sur tienen características arqueológicas, las cuales fueron realizadas en arte rupestre y cerámicas, por lo que marcan diversas épocas en la historia de la isla.

Cuenta además con varios ingenios que son considerados como el conjunto más completo de arquitecturas  de la colonia española dedicadas a la fabricación de azúcar.

La Región Sur de la República Dominicana tiene, en casi todas sus provincias, monumentos arquitectónicos de extraordinario valor, donde descansan las vivencias de los primeros habitantes de la isla y sus tierras fueron escenario de grandes batallas.

San Cristóbal

La provincia San Cristóbal, también llamada Cuna de la Constitución dominicana, tiene importantes monumentos, algunos declarados patrimonio cultural y otros no, pero todos son símbolos representativos de esa comunidad sureña.

Las Ruinas del Ingenio de Nigua fue  uno de los ingenios más importantes de la colonia. Estas instalaciones fueron el escenario donde se libró una de las más memorables e importantes rebeliones de los negros esclavos contra los amos españoles en el año 1796.

Siendo un patrimonio monumental de la nación dominicana, actualmente se encuentra en condiciones deplorables, a pesar de que en la década de los 70 fue sometido a un proceso de restauración. Pero los embates de varios ciclones deterioraron gran parte de su estructura.

Tanto el ingenio de Nigua como el de Boca de Nigua fueron construidos a finales de los años 1600 y a principios del 1700 y utilizaban más de 400 esclavos para la producción de azúcar, quienes eran traídos al país para sustituir la mano de obra indígena.

Azua de Compostela

La ley 492 sobre Monumentos Nacionales y otras disposiciones, en su artículo 3, modificado en el 2003 establece que son monumentos arquitectónicos de Azua, las Ruinas de Casa en las Torronas, iglesia y restos del poblado en Rosario; Ruinas del Ingenio de la Acequia, en el Cercado; Ruinas del ingenio de Sepi-Sepi en las Charcas y Ruinas del Pueblo Viejo en Azua.

El ingenio de Sepi Sepi está ubicado en Las Charcas y forma parte del sistema de ingenios coloniales de Azua que, junto a los demás ingenios, hicieron de esta provincia uno de los lugares donde se hizo sentir con mayor intensidad las presiones político-militar generadas por los cimarrones, que durante el siglo XVI tuvieron notoria presencia en la sociedad colonial.

Por mucho tiempo la comunidad de Las Charcas ha asociado la zona del ingenio a manifestaciones religiosas y todavía hay quienes llaman a las ruinas “la Casa de los Indios”. Del ingenio solo quedan dos paredes de lo que se supone fuera la casa de purgas y unos estanques.

El nombre del ingenio, que proviene del arroyo del mismo nombre, ha sufrido cambios y existen diferentes acepciones como son: Cepecepín, que aparece en la Historia Natural de Fernández de Oviedo, hasta los de Sepi Sepi, usado por el señor Juan Odalix Calderón, exalcalde de Las Charcas e historiador. La acepción más común es la de Cepi Cepí que aparece en varios documentos históricos.
La Acequia se encuentra ubicado en El Cercado, es una charca de agua que localizada en el ingenio de Sepi Sepi.

Ruinas del pueblo viejo de Azua

Azua es una de las principales ciudades del sur, esta ciudad tuvo sus primeros asientos en lo que hoy se conoce como Pueblo Viejo, donde todavía se pueden apreciar las ruinas de lo que fue una vez la iglesia de Las Mercedes, uno de los patrimonios más importantes de Azua y que está en absoluto abandono.
La antigua Villa de Azua fue fundada por Diego Velázquez en 1504 y fue devastada por un estremecedor terremoto y posterior maremoto en 1751.

El Corral de los Indios o Plaza Ceremonial El Pedregal está ubicado en el municipio de Estebanía. Actualmente está en un estado tan deplorable que solo se puede apreciar la piedra central, la cual se encuentra varios metros al nordeste de su lugar original. Otras piedras menores han desaparecido. Estos espacios ahora son utilizados para la agricultura y la crianza de ganado.
En Azua se encuentran, además, diferentes monumentos culturales entre los que están los petroglifos del paraje La Tinaja en la comunidad Barreras, las ruinas de la iglesia del convento de La Merced, en Pueblo Viejo, y los vestigios de ingenios coloniales.

Elías Piña

Ubicada en la frontera con Haití, limita al Norte con las provincias Dajabón y Santiago Rodríguez, al Este con San Juan, al Sur con Independencia y al Oeste con la República de Haití. Su capital provincial es la ciudad de Comendador.
La Iglesia de Bánica es el monumento más representativo de ese municipio, enclavado en la porción central de la frontera dominico-haitiana.

La Iglesia de Bánica es una edificación que data del siglo XVIII (1740). La comunidad que lleva su mismo nombre está llena de historia y desde sus inicios estuvo matizada por las famosas devastaciones que fueron llevadas a cabo por el capitán general de la colonia, Antonio de Osorio, en los años 1605-1606.

Otra versión señala que se desconoce la fecha exacta en que se erigió la iglesia de Bánica y según cuenta la leyenda se construyó sola y que fue San Francisco de Asís, patrono del pueblo, el autor del milagro. Este templo tiene una edificación de mampostería y techo de dos aguas con tejas curvas, cuyas estructuras fueron consolidadas por el destacado ingeniero ya desaparecido José Ramón Báez López-Penha, con motivo de la celebración del centenario de la República.

En 1849 la iglesia fue quemada por lo menos dos veces por los haitianos, entre los autores de este siniestro están Faustin Soulouque, quien tras su derrota a manos del general Santana, saqueó y quemó los pueblos de Azua y San Juan y los demás que encontró a su paso.

Reloj del sol de Bánica

Patrimonio monumental cultural, el reloj del sol de Bánica según la historia tiene una leyenda poco conocida que se traslada al siglo XVIII, según datos descritos en la parte superior de una de sus caras. Es un icono representativo de esta localidad y solo hay otro en la calle Las Damas de la Zona Colonial en Santo Domingo.

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