Boca Chica- Decenas de organizaciones de la vida pública de Boca Chica se preparan para recibir mañana viernes al jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Elpidio Castro Castillo, ante lo que ha sido considerado como la campaña más dramática de promoción de supuestos hecho violentos en esta comunidad, luego que fueran asaltados y heridos dos turistas italianos.
La información del asalto de los extranjeros provocó que el jefe policial dijera que iba a “intervenir Boca Chica con manos justas”, lo que provocó la reacción de un amplio sector del empresariado de la comunidad, la dirigencia comunitaria y el alcalde, quienes expresaron que los hechos delictivos que allí se han producido no son indicadores de un auge de criminalidad.
En iguales términos se expresó el director la Cestur, antigua policía de turismo, general Amílcar Fernández.
Trascendió que ya no se habla de intervención y se maneja el término de participación para escuchar a la comunidad sobre las inquietudes y que más que escuchar el jefe de la Policía va a solucionar de inmediato las peticiones de comunitarios.
Se supo en medio de su participación con la comunidad, el general Castro Castillo llevará a Boca Chica cuatro nuevas unidades policiales, un camión de transporte para agentes de la institución, aumentará el combustible para el patrullaje y una asignación mayor en tropas.
Además traería nuevas patrullas motorizadas y dará instrucciones para las construcciones de al menos dos destacamentos y la mejoría de otro en la zona norte de este poblado.
El general Castro Castillo conversará con las fuerzas vivas de Boca Chica a las 11:00 de la mañana en un panel que organiza el programa radial el sol de la mañana y que será transmitido desde un hotel de esta zona.
Raúl Valette, presidente de la Asociación de Comerciantes del referido polo turístico, fue enfático al señalar que este lugar sigue siendo uno de los más seguros del país y que los hechos delictivos que aquí se producen son típicos de la delincuencia común, descartando que exista una ola criminal en este poblado.
Por su parte, el alcalde de Boca Chica, Daniel Ozuna, reconoció que en esa comunidad hay delincuencia pero no en las magnitudes que se ha establecido, al momento de manifestar que esa zona como parte del país está afectada por este flagelo, pero que no es un condición de criminalidad.
Las contradicciones y el protagonismo político empezaron a aflorar luego que la diputada Josefa Castillo, refutara las declaraciones de los empresarios, los dirigentes comunitarios, el director del Cestur y del alcalde Ozuna, pedir la intervención de la Policía y la cabeza de algunos de los comandantes de esta plaza, al pedir que saquen las manzanas podridas de esa institución en Boca Chica.
Más tarde unas andanadas fueron vertidas contra los miembros de la DNCD y el magistrado fiscal Francisco Berroa.
