Concluyen el expediente contra el padre polaco Alberto Gil

La Fiscalía de Santiago concluyó el expediente contra el padre de la parroquia de Juncalito, Wojciech (Alberto) Gil, en el cual figuran siete víctimas que lo acusan de abusos sexuales.

La Fiscalía de Santiago concluyó el expediente contra el padre de la parroquia de Juncalito, Wojciech (Alberto) Gil, en el cual figuran siete víctimas que lo acusan de abusos sexuales.Así lo informó ayer la magistrada Luisa Liranzo, quien precisó que todos los documentos fueron entregados al Departamento de Extradición de la Procuraduría General de la República para que sean enviados a las autoridades polacas. “Ya presentamos el acto conclusivo correspondiente, en el que se indica tanto el relato de los hechos, la teoría del caso, que es la relación de los hechos con la teoría probatoria y la calificación jurídica dada a esos hechos de acuerdo a nuestra normativa penal”, sostuvo.

Agregó que se realizaron las evaluaciones médico-forenses de lugar y las experticias que amerita un proceso de esta naturaleza y que la conclusión a la que arribaron fue que tienen un caso de agresión sexual que está tipificado como tal en más de una ley.

Manifestó que “nunca el Estado se va a desentender de los procesos que afecten a sus ciudadanos, por parte de la Procuraduría de la República, así como la Procuraduría de Santiago se mantiene en completa comunicación y colaboración con las autoridades polacas”.

El sacerdote es acusado de abuso de menores en la comunidad de Juncalito,  en Santiago. En principio se dijo que agredió sexualmente a 14 menores. 

Otro que será juzgado fuera

El pasado miércoles las autoridades aún trabajaban en el expediente contra el exnuncio apostólico Joséf Wesolowski, también acusado de pederastia, quien será  juzgado en el Vaticano. Las autoridades del Ministerio Público han entrevistado a varios menores y daban los toques finales al expediente para enviarlo a la Santa Sede. Las autoridades dominicanas han dicho que trabajarán para que haya sanciones ejemplares en los casos de los sacerdotes y todo aquel que agreda a un menor.

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