Luego de ocurrir la muerte de una persona, los familiares realizan una ceremonia que bien puede ser un novenario, rezo o un “con to”, todo depende de la creencia del difunto y sus allegados.El novenario y último rezo es realizado, generalmente, por personas que profesan la fe cristiana a través de la iglesia católica. Esa religión, de acuerdo al padre Antonio Méndez, realiza los actos litúrgicos para acompañar a los dolientes.
Explica que eso se relaciona con los tres personajes que conforman “la santísima trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), lo cual multiplicándolo por tres, nos da nueve, que son los nueve días del novenario”.
Indica que ese escenario es utilizado para orientar a las personas acerca de la muerte y que se debe estar preparado para ir con el Señor, porque “para los cristianos ninguno morimos, sino que tenemos una esperanza de seguir viviendo, como lo atestigua la palabra y también lo atestigua Jesús”.
Dijo también que otra de las razones por las cuales realizan el novenario es para liberar “alguna alma que se encuentre en el purgatorio”. Porque según él, “los únicos que podemos hacer algo por el alma de los muertos, somos nosotros los vivos”. El párroco de la iglesia San Juan Bautista y San Mateo asegura que los cultos se realizan en memoria de cualquier persona, sin importar su denominación religiosa, ya que el único requisito es que se tenga fe en Cristo.
Debido a que no es obligatorio efectuar esos cultos, muchas veces las familias posponen las fechas para la celebración de los mismos. Para el sacerdote eso es incorrecto y recomienda iniciar el novenario inmediatamente se sepulte el cadáver para el descanso del alma de la persona fallecida.
En ese sentido, Fidencia Vásquez, quien dice ser una misionera, residente en la calle 42 de Capotillo, se desempeña como rezadora popular e indica que ese ritual se hace para “marcar la separación entre los vivos y los muertos, así como para acompañar a los hermanos en duelo”.
Ambos religiosos coinciden en que “la gente no ha perdido la tradición del novenario, lo que pasa es que ahora es distinto, los de antes no tenían sentido, ya que solo se leían muchos versos pero ahora se predica, se hacen reflexiones de una manera más participativa”.
Importancia del ritual
Olga Reville, psicóloga clínica, explica que “el último rezo o misa, es fundamental en el proceso de duelo, ya que dicho ritual ayuda a la expresión de las emociones que conlleva la pérdida”.
Sostiene que es un acto muy importante, aunque sea difícil para los dolientes, pues se ha demostrado que quienes no participan en los últimos rezos tienen mayores dificultades para la resolución del proceso de duelo.
Algunas familias realizan un “con to”
De acuerdo a Antonio Moreta, pastor de la iglesia evangélica de las Asamblea de Dios, los cristianos “tienen por entendido que cuando una persona ha fallecido, su alma y su espíritu han abandonado el cuerpo mortal”. Para llevar consuelo a los dolientes, dicha secta hace un culto de “cuerpo presente”, que no es más que la celebración de la ceremonia mientras el cadáver está aún expuesto.
Algunas familias aprovechan dicho ritual y lo convierten en lo que popularmente se conoce como un “con to”.
Al hacer el “con to”, la familia deja entendido que posterior al entierro no se realizará otra actividad, sino que cierra ese capítulo fúnebre con la sepultura del cadáver.
Cuando los dolientes toman esa decisión, por lo general otorgan un brindis a los asistentes.
