Bocas flojas

“No te me juntes con fulana o mengano”, lo oímos mucho de pequeños, en el seno familiar. Seguro también lo decimos o diremos a nuestros “menudos”. Para protegerles de influencias presumiblemente negativas. También cualquiera de nosotros…

“No te me juntes con fulana o mengano”, lo oímos mucho de pequeños, en el seno familiar. Seguro también lo decimos o diremos a nuestros “menudos”. Para protegerles de influencias presumiblemente negativas. También cualquiera de nosotros está expuesto a mimetizarse con ambientes perniciosos, por seguir “el coro”. El caso, por ejemplo, de cuando en un grupo están “acabando” con alguien ausente. Involuntariamente puede uno hacerse parte de falacias o inconsecuencias, sólo por “cherchar”. Es un tipo de situación muy vista en momentos de broma, entre tragos quizá. Pero se corre el riesgo de jugar con el prestigio o sentimientos ajenos. Mejor evitar contemporizar con charlas nocivas o gente “boca floja” en toda circunstancia.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas