Río entra en receso tras júbilo para recibir papa

RIO DE JANEIRO (AP) — La lluvia y el frío no impidieron que cientos de miles de fieles se aglomeraran en las arenas blancas de Copacabana en la inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud y las desoladas playas del malecón carioca se convirtier

RIO DE JANEIRO (AP) — La lluvia y el frío no impidieron que cientos de miles de fieles se aglomeraran en las arenas blancas de Copacabana en la inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud y las desoladas playas del malecón carioca se convirtieran en el escenario gigante para que la iglesia Católica lance el mensaje de «Id y haced discípulos entre todas las naciones».

El vocero del Vaticano Federico Lombardi dijo en conferencia de prensa que calculan que al menos 500.000 personas asistieron a la misa inaugural de la Jornada que se realizó en un altar sobre la arena.

«Bienvenidos a esta metrópolis brasileña de extraordinaria belleza, dominada por la estatua de Cristo Redentor del Santuario del Corcovado… después de un largo y arduo camino de preparación en vuestras parroquias y comunidades, os reunisteis aquí, una iglesia joven llena de la alegría de la fe y del ímpetu misionero», dijo el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Cardenal Dom Stanislaw Rylko, quien estaba en el lugar en representación del papa.

Río de Janeiro comenzó el día lentamente, con llovizna persistente y neblina densa. Pero al caer la noche Copacabana se convirtió en una fiesta. Los participantes cantaban y bailaban a ritmo de merengue: «Qué lindo es cantarle al Señor, gloria a Dios».

Matías Novillo, un ecuatoriano de 19 años que vive en Argentina dijo que el ambiente es «una locura. No creo que (la lluvia) vaya a influir en nada». Antes de la inauguración jugaron fútbol en la arena, conversaron e intercambiaron firmas sobre las banderas de sus países.

Sobre el blanco escenario, decorado con una cruz del mismo color en el medio y unas escaleras de alfombra roja, se realizó la misa de apertura de la Jornada, un evento que se realizada desde 1986 cada dos o tres años.

«La Iglesia está viva, la Iglesia es joven» repetían temprano desde la tarima animadores al hablar en español, inglés y portugués.

Todos los peregrinos vibraban con la esperanza de ver pronto al papa Francisco y desestimaron el incidente ocurrido la víspera cuando la comitiva papal se equivocó de camino y se metió en una autopista donde la gente se acercaba al carro Fiat e intentaba tocar al pontífice.

El peruano Jimmy Hancco, de 21 años, dice que vivió un momento de ansiedad «al ver cómo tanta gente se le abalanzaba» aunque manifestó que no lo vio como un peligro: «todos venimos a ver al Santo Padre».

Los peregrinos llegaron pese a que el metro estuvo parado debido a fallas eléctricas en el sistema.

El miembro de la dirección de tránsito de la alcaldía de Río, Antonio Carlos, informó que hubo fallas en dos líneas que permanecieron paradas durante dos horas y que fueron reparadas.

Francisco Díaz, un venezolano de 30 años, dijo a The Associated Press que se encontraba dentro de uno de los vagones cuando les pidieron a los pasajeros por altoparlante que bajaran en la estación de la plaza Cardeal Arcoverde. A la salida había voluntarios indicando cuáles eran los autobuses que los llevarían a Copacabana. Llegaron sin contratiempos.

«Todos los buses estaban llenos de peregrinos… Todo el mundo quiere venir, no creo que se queden» sin asistir al acto, dijo Díaz, poco antes de comenzar la misa.

Jóvenes de diversas nacionalidades ingresaron al templete la cruz de madera, símbolo de las jornadas juveniles y que en los días anteriores recorrió diversas calles de Río de Janeiro al ritmo de las famosas batucadas (tambores) o de cánticos religiosos.

El cardenal Rylko recordó que el tema guía de la Jornada es «Id y haced discípulos entre todas las naciones «. «La misión es la razón de ser de la Iglesia y de cada cristiano. Todos somos invitados a ser la sal de la tierra y la luz del mundo… Cristo nos llama a salir de nosotros mismos -como frecuentemente dice el papa Francisco- nos pide abandonar nuestra vida cómoda y derribar los muros de nuestro egoísmo para ir con valentía a las periferias geográficas y existenciales del mundo llevando a Cristo y su evangelio»

El papa Francisco no asistió a la misa y más temprano agradeció en un mensaje de su cuenta de Twitter el cálido recibimiento de la víspera cuando llegó a Brasil.

«Gracias. Gracias. Gracias a ustedes y a las autoridades por haberme dispensado una acogida tan cálida en tierra carioca», dijo Francisco.

Francisco no tenía actividades públicas en su agenda del martes pero para el miércoles tiene previsto ir a la ciudad de Aparecida para oficiar misa en el santuario de la patrona de Brasil, la Virgen de Aparecida, y al final del día acudirá a un hospital de Río de Janeiro donde son atendidos jóvenes con adicciones a las drogas.

La Jornada Mundial de la Juventud tenía hasta el martes 355.000 peregrinos inscritos de 175 países, siendo la gran mayoría –220.000– brasileños, seguidos de Argentina con 23.000, Estados Unidos con 10.800, Chile con 9.200, Italia con 7.700 y Venezuela con 6.150, dijo a los reporteros la hermana Shalane Machado, encargada del registro de participantes.

Indicó que personas continuaban llegando a registrarse el martes y se espera que otros lo hagan los próximos días, aunque no dio una previsión de lo que podría ser el número final de inscritos.

Por su parte, la hermana Graca Maria, encargada del hospedaje de los peregrinos, dijo que contaban con 127.862 cupos en casas de familias y 227.747 en instituciones como colegios, clubes y parroquias que ofrecieron espacio para los visitantes.

Dijo no tener el dato de cuántos de esos cupos fueron efectivamente ocupados por los peregrinos, pero aseguró que la disponibilidad supera la necesidad porque no todos los inscritos solicitaron alojamiento porque permanecen en hoteles, viven en la zona de Río o consiguieron dónde dormir con amigos o familiares.

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