Barahona.- La desconfianza y las dudas que tienen los habitantes de este empobrecido poblado en torno a la anunciada de la construcción de la presa de Monte Grande, que dicen es un montaje oficial, sólo pueden ser disipadas por el presidente Danilo Medina.
«Las desconfianza y dudas que albergamos frente a esta obra que hasta el momento es un montaje, desaparecerán para siempre cundo el primer mandatario nos visite y nos diga personalmente que este proyecto, calificado por los sureños como la salvación de la zona, será hecho realidad», dijo Olivorio Torres, miembro de la Asociación de Pobladores Santa María.
Explicó que a pesar de que el anuncio de la construcción de la referida presa navega desde hace muchos años, en realidad en el poblado solo pueden observarse los terrenos limpios donde ni siquiera la empresa Andrade Gutiérrez, que supuestamente hará la obra, ha instalado su campamento.
Por su parte, Alfredo Florián Fabián, segundo vocal del Comité de Defensa de Monte Grande, dijo que el anuncio de la construcción de la mencionada obra solo será aceptado cuando el mismo Danilo Medina visite el lugar y se lo comunique a los pobladores.
«Sólo así confiaremos y estaremos seguros que Monte Grande va, porque en lo que lleva en el poder el presidente Medina ha demostrado que es honesto, responsable y enemigo de la mentira», comentó Florián Fabián.
Recientemente una comisión de senadores encabezada por el presidente del Senado Pared Pérez, realizó un descenso en Monte Grande, donde en un acto junto al director del Instituto Nacional de Recursos Hiodráulicos (Indhri), Olgo Fernández, dijo entre otras cosas, que la obra que cuenta con todo el apoyo de la Cámara Alta será una realidad.
Los pobladores reunidos allí escucharon atentamente todo lo expresado por Pared Pérez y Fernández sin darle visto bueno a nada de lo externado por los comisionados, frente a los cuales pidieron que sea el presidente Medina que les asegure que la obra realmente será levantada, por lo que esperan que este haga una visita sorpresa al poblado.
En este poblado residen unas 200 familias, cuya mayoría habita en casas construidas de tejamaní y cobijadas de pencas de cocoteros, muchas de las cuales están a punto de derrumbarse por el avanzado estado de deterioro que presentan.
Aquí la gente vive de la agricultura la cual no se encuentra en sus mejores momentos por la falta de agua para el regadío.
«Aún hubiera agua para estos fines, no podríamos hacer casi nada porque carecemos de recursos económicos para financiar las siembras, y para colmo, el Banco Agrícola no nos facilita dinero en calidad de préstamos para tales fines», expresó desalentado el agricultor Bienvenido Féliz.
Este, a nombre de los demás pequeños productores agrícolas, demandó del mandatario establecer en su favor una cartera de préstamos, a través del Bagrícola.
En esta comunidad la pobreza extrema campea por doquier, situación por la cual es que la comunidad está interesada en la construcción aquí de la presa de Monte Grande, obra que contribuirá grandemente al mejoramiento de las condiciones de vida de los comunitarios.
