Siempre me he caracterizado por tener diferentes grupos de amigos y trato de darle calor a todos. Hay uno de esos grupos, llamado ‘chulichat’ (algún día escribiré de el), que en distintas ocasiones ha resaltado mi capacidad de ser muy polite. Obvio, que varios me lo han dicho con un tono que me hace pensar que no lo ven como un atributo.
Yo soy de las personas que me analizo, cada vez que hacen cualquier comentario. (Mi novio dice “que pienso demasiado, que por eso me duele tanto la cabeza”). Y hoy le tocó a esa cualidad/defecto. Porque no quiero concluir en qué es, hasta que haga esa interiorización. ¡Vamos arriba!
Siento que vivimos en un mundo cargado de energías negativas. Cuando escucho hablar a quienes me rodean, sobre una persona o cosa, en la mayoria de los casos lo hacen resaltando sus defectos, o como lo llamo en mi clase de oratoria, oportunidades de mejora. Claro, no me voy a salir del clan, yo también lo hago.
Pero, aunque me he dejado llevar de la corriente en repetidas ocasiones, he llegado a la conclusión de que es más fácil decir lo incorrecto, que señalar lo bueno. En momentos, creo que lo hacemos porque si nos enfocamos en los defectos de los demás, nuestra vida no nos parecerá tan ‘caida’. O peor aún, porque deseamos en el fondo de nuestro corazón, ser o tener lo que posee ese alguien en cuestión. Entiendo no es el caso de mis amigos.
Entonces… vamos centralizando. ¿Qué tiene que ver esto con ser polite? Muy sencillo, cuando viene el momento de hacer críticas sobre cualquier tema, busco la manera de hacerlo con un enfoque positivo, porque lo negativo estará ahí. Eso no quiere decir que ignore lo mal hecho, para nada, lo que pasa es que me concentro en expresar mi punto tratando de ser comprensiva y empática. Por lo menos eso trato. Y en ocasiones me ha costado, pero busco la manera de mantener mi pensar de que actuando polite, construyo más. Estamos acostumbrados a la dureza.
Una vez Roxana, mi sicóloga de cabecera, me dijo que, “¿Para qué voy a ser dura contigo, si ya eres lo suficientemente estricta contigo misma?”, mientras me quejaba de que no me hablaba con rudeza, ahí fue que vi todo con más claridad.
Por todo eso soy polite, quiero creer que debemos ser capaces de ver ambos lados de la moneda. Aunque dejemos saber honestamente lo que pensamos, por alguna razón, no me siento en la posición de juzgar. Quiero ser la nota suave del momento. Porque las notas fuertes, sobran.
Instagram/Twitter: @lorennapierre