Romeo es más que el rey de la bachata

Romeo Santos cimentó una carrera tan exitosa, con sus antiguos compañeros de Aventura, lo suficientemente célebre y meritoria,…

Romeo Santos cimentó una carrera tan exitosa, con sus antiguos compañeros de Aventura, lo suficientemente célebre y meritoria, como para ganarse el apellido de “los reyes de la bachata”.

El divorcio fue inevitable, y desde el año pasado, el principal protagonista de lo que hoy se conoce como bachata urbana, cabalga como caballo desbocado arrasando con récords habidos y por haber.

La noche del sábado subió al codiciado escenario del Estadio Olímpico Félix Sánchez, que no le era totalmente desconocido, en una primera función histórica, con público sentado y parado en cada una de las localidades del recinto.

Un sold out que será difícil de superar, al tomar en cuenta la segunda función que se abrió para el 22 de este mes. La popularidad y el éxito del intérprete de “Obsesión” son casi inexplicables.

Romeo se sabía profeta en su tierra, suena a cliché, pero la cita es inevitable. Poco después de las 9:00 de la noche, se apagaron las luces, el público entonó con euforia un grito que le mantuvo parado tras bambalinas antes de reencontrarse con esa masa incalculable que coreó sus éxitos, admiró su carisma, apreció su talento.

El viernes, un día antes de su concierto, anunció que sería una noche “inolvidable” y que estaría cantando por más de tres horas. Cumplió por partida doble.

“You”, el primer sencillo en solitario, incluido en su álbum de debut que da título a esta gira, Fórmula Vol. I, abrió el grifo por el que corrió su bachata bendita.

Se esperaban sorpresas, invitados muy especiales. Pero antes de eso, cantó “La diabla”, “Malevo”, “Por un segundo”, “Que se mueran”, “Su veneno”, “Mi corazoncito” y “Los infieles”, una combinación de éxitos cosechados en sus años con Aventura y otros ahora en solitario.

Entonces se escucharon las notas de “Debate de 4”, y cuando Luis Vargas, Raulín Rodríguez y Anthony Santos se unieron a Romeo, el estadio vibró con la intensidad que solo puede generar un coro de 50 mil voces.

Romeo estaba en su tierra, también en sus aguas. Navegaba como barco que iba a puerto seguro, con un escenario impresionante y una producción que estuvo a cargo de Saymon Díaz, presidente de SD Concerts.

Se esperaban más invitados, y así fue. Wisin & Yandel vinieron para cantar “Noche de sexo”, otra bomba de la noche. Vinieron dos larguísimos medleys, propios de una artista que tiene en su repertorio canciones populares de sobra. Así las cosas. Pero fue cuando apareció Mario Domm, integrante de Camila, que el show alcanzó un clímax que sacudió a las fanáticas.

Romeo aprovechó ese largo viaje que hizo Domm desde París (Francia) para estar con él, y le pidió que hiciera algunas canciones de Camila. El público quedó complacido. La noche se hacía larga, y no precisamente para volver a los museos. “El malo”, “Mi santa”, “Un beso” y “Promise”, con Usher por primera vez en los escenarios dominicanos, pues qué más se podía pedir.

Un concierto histórico, y Romeo Santos tan confiado como lo estuvo desde que alcanzó la cúspide a la que aspiran llegar los grandes de la música. Se hace llamar el Rey, nombre que acuñó por voluntad propia tras el rompimiento con Aventura. Dice que asumió el calificativo por un asunto meramente artístico, nada que ver con presunciones ni egos propios de su oficio, pero hay que ser un verdadero rey para escribir los capítulos que sigue escribiendo con su música. l

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