Movimientos estudiantiles y empleados de la Universidad Autónoma de Santo Domingo marchaban hacia el Palacio Nacional, cuando fueron interceptados por agentes.La marcha tenía por propósito entregar un documento exigiendo eliminar la reforma fiscal, demandar el 5% del producto interno bruto para la UASD y la entrega del hospital oncológico, además de justicia por la muerte del estudiante William Florián Ramírez, hecho lamentado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que a su vez pidió al Gobierno “utilizar la fuerza estrictamente y de conformidad con sus obligaciones internacionales y los principios internacionales aplicables”.
La marcha liderada por la Federación de Estudiantes Dominicanos y Asociación de Empleados Universitarios de la UASD se disponía a salir del campus cuando fueron dispersados con bombas lacrimógenas y balas de goma, provocando un enfrentamiento.