Cuando se comienza a hablar sobre los villancicos, los Reyes Magos, las luces, Santa Claus, cascanueces y los colores brillantes como el rojo, el verde y el dorado, es un claro indicio de que la Navidad se aproxima (o que ya es Navidad). Pero existe algo en particular que le da ese toque especial a la época: los olores, en especial los que caracterizan la Navidad.Es sabido que el sentido del olfato es el que más rápido activa el funcionamiento del cerebro, despertando las emociones y sentimientos de manera más profunda que los sentidos de la visión, el tacto, el gusto o el oído; y siendo las fiestas de Pascua las que más unen a la familia, es normal que las esencias de esta temporada sean las más añoradas.
En base a la certeza de que el olor de la Navidad es un poderoso potenciador de la atmósfera navideña, muchos países festejan no solo con majestuosos adornos y ricos manjares, también se aromatiza el entorno con especies, por lo regular de dulce aroma, que hacen recordar las atenciones de la abuela o el tierno abrazo de la madre (y es que un olor puede marcar nuestras vidas. Un solo olor, puede recordarnos eventos y situaciones que están en lo más profundo de nuestros recuerdos).
Los tradicionales
La canela, el clavo, la nuezmoscada, la vainilla y el jengibre son los aromas más tradicionales de la Navidad, quizás porque suelen ser incluidos en las recetas navideñas. Pero esto no quiere decir que se deban limitar a la gastronomía, también son empleados en “llenar” la casa de su rica fragancia. Una buena forma de hacerlo es colocando velas perfumadas, para hacer sentir el espíritu de Navidad.
Las fragancias frescas como el incienso, la mirra y especias de manzana también son una muy buena opción, pues estos olores naturales son los más recomendados, ya que combinan perfectamente con el aire de la casa y no da la sensación de olores “fabricados”.
Otras fuentes de aromas naturales se encuentran en los aceites esenciales que se extraen de las flores o plantas y se pueden utilizar los restos de las flores secas, como es el caso del popurrí. Las flores, además de aromatizar, contribuyen en la decoración de la casa, y son capaces de difundir un olor acre en grandes espacios.
Aquellos que aman la cultura oriental también pueden escoger algún incienso acorde, un perfume para los entornos de origen natural que se vende en forma de bastones y que brindan un olor agradable cuando es quemado.
Para encontrar la fragancia perfecta para perfumar contamos con los sabores cítricos como la naranja y el limón, que son olores suaves y familiares. Estos le darán un efecto relajante a la sala o al comedor. De igual forma los puedes colocar en el baño, porque además de servirte de apoyo en la decoración, también ayudan a combatir los olores.
En el caso de que quieras colocar algunas de estas esencias en las habitaciones debes tener en cuenta que éstas no sean muy fuertes, pues pueden causar complicaciones al dormir. Es recomendable que coloques la fuente de olor en el pasillo, para que a partir de ahí se difunda en el área de las habitaciones.
Anímate a dejar que fluyan los aromas de la Navidad en tu hogar, y haz que estas fiestas sean recordadas por uno de los sentidos más sensibles, el olfato.
Los aromas naturales ayudan a purificar
Los aceites esenciales de algunas plantas actúan como purificadores del aire cuando se vaporizan y dispersan en el ambiente, ellos son el principio activo de la aromaterapia, una práctica descubierta desde tiempos ancestrales y que cada vez cobra más adeptos entre los practicantes de la llamada medicina occidental.
Muchos de los aromas naturales, como la canela, las flores y la naranja son excelentes insecticidas y purificadores de cualquier rincón del hogar, por lo que resulta conveniente colocar una canasta pequeña de mimbre que contenga una mezcla de fragancias, como pétalos de rosa, hojas de laurel, hojas y flores de eucalipto, hojas de nogal, mirto, tomillo y salvia. A este selección de elementos se les conoce como popurrí, el cual puedes usarlo todo el año, pero se hace más popular su uso cuando se acercan las fiestas navideñas por la vistosidad de sus colores.