SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.- La figura de Manny Ramírez, distante durante 18 años de estrellato, se fundió con casi 20 mil almas que le vieron hacer en vivo lo que tanto palparon por televisión desde 1993 en adelante. Pero a la hora de su jonrón al primer pitcheo de Daniel Cabrera en su primer turno en la pelota dominicana desde 1994, ya Manny había marcado el miércoles en todo Santiago. Cientos de personas todavía hacían filas para entrar al play, ya rebosado, cuando un aplauso furioso avisó el suceso.
“Vamos a darle lo mejor al público. Estoy orgulloso de esta oportunidad de estar aquí jugando con las Águilas Cibaeñas “, expresó Manny antes del partido.
El estadio Cibao estaba vendido desde el martes temprano y en la tarde del miércoles los tickets eran escasos, aún para los revendedores que llegaron al punto (se acaba el mundo) de admitir ganancias. “Hemos vendido bien. Los fanáticos nos pagaron buenos precios.
Quien dice lo contrario habla mentira. Sí, guisamos”, expuso Apolinar Torres, quien se definió como presidente del mercado negro en Santiago.
Las boletas que costaban 180 pesos, el mercado negro las vendía a 600 pesos para una diferencia de 420 pesos. “El mercado negro está abusando con las boletas”, dijo Henry Corniel. “Esto no puede seguir así. A esto hay que buscarle un freno”, agregó.
La chaqueta número 99 del jardinero llegó a la tienda cerca de las 6:00 de la tarde y el preció etiquetado fue 2,200 pesos.
Manny hizo una práctica que presagiaba grandeza. Todo salió de línea del bate del bateador de 555 jonrones con promedio de .312 y 1,831remolcadas en Grandes Ligas, incluso varias pelotas volaron la barda.
Aun así, se necesitan muchas repeticiones de la zaga Harry Porter para poder pensar en un guión tan acabado. En su aparte con la prensa, apareció un Manny sincero.
“He jugado bastante, pero me siento un poco nervioso. El público siempre quiere más y uno trata de mantenerse paciente”, explicó el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial 2004, cuando los Medias Rojas acabaron una sequía de 84 años sin ganar.
Los recuerdos también afloraron. “Félix (Fermín) me ayudó mucho cuando llegué a Cleveland… es un honor tenerlo como dirigente aquí”, dijo.
Las preguntas sobre el futuro eran de esperarse. El Clásico y las Grandes Ligas no son los temas de Manny en este momento. “Quiero ir paso a paso. Ahora estoy concentrado en jugar con las Águilas y luego veremos el cuadro completo para tomar decisiones”, aclaró.
El público respondió con pancartas, aplausos desbordantes en cada turno de Manny y hasta la melena del limpiabases fue exhibida por dos jóvenes que también llevaron un cartel que decía: “Erica ahora te queremos más”, en alusión al debut de Erick Almonte con el uniforme amarillo. Manny ha sido uno de los bateadores más respetados en la historia de las Grandes Ligas con una impresionante producción en momentos de presión. Ha sido suspendido en dos ocasiones por uso de sustancias prohibidas.
Su último castigo de 100 partidos a principio de la temporada 2011, forzó su retiro, pero el toletero regresó con un contrato de liga menor con los Atléticos de Oakland en 2012. Al no ser subido a las mayores en la fecha estipulada, Manny optó por abandonar a los Atléticos en junio pasado.
Ramírez se convirtió al cristianismo y desde entonces muestra una imagen más familiar. Durante toda su carrera, Manny enfrentó inconvenientes por ser poco accesible con la prensa.
Sin embargo, esto no impidió que el público le mostrara una adoración que pocos jugadores han recibido en toda la historia del juego.
Willín Rosario recibió permiso
El receptor Willín Rosario inició sus entrenamientos con las Águilas Cibaeñas, tras recibir el permiso de los Rockies de Colorado. “El permiso llegó y estamos esperando el momento correcto para comenzar a jugar”, dijo.