El ministro de las Fuerzas Armadas dijo que esa institución no tiene autoridad para decidir sobre la gran cantidad de generales activos que tiene esa institución. Por esto, será su nueva ley orgánica y al presidente Danilo Medina a quienes corresponderá decidir qué hacer con esos oficiales.
Incidirá también un informe que recibirá el primer mandatario sobre una evaluación de la alta oficialidad, subalternos y alistados que no están cumpliendo funciones estrictamente militares. Los resultados de este esfuerzo podrían verse a principios del 2013.
l Usted anunció que rendirá un informe al presidente Danilo Medina sobre la cantidad de generales activos, con miras a reducir las plazas para este rango. Cómo va ese proceso?
l Con respecto a la evaluación que se está haciendo en las Fuerzas Armadas, se evaluará a toda la oficialidad superior, subalterna y alistada que no está cumpliendo funciones realmente militares ni bajo la sombrilla de las Fuerzas Armadas. Esa evaluación, naturalmente, va a arrojar resultados que se van a tomar en cuenta, para en enero tomar las medidas firmes de depurar bien las Fuerzas Armadas, y tener la cantidad de personal que realmente está desempeñado en funciones de diferentes unidades militares a nivel nacional, así como también en dependencias del Gobierno. Y aquellos oficiales o alistados que de una manera u otra hayan ingresado a la institución de una forma irregular y que no estén sustentados en un entrenamiento de acuerdo a su rango, esos oficiales van a ser reevaluados para ver si pueden optar por hacer un entrenamiento especial o serían dados de baja o cancelados.
l ¿Cuál será el criterio para aplicar los resultados de esta evaluación?
l La oficialidad de generales es una categoría muy especial, en la cual las Fuerzas Armadas no tiene la autoridad para decidir qué hacer con los generales. Naturalmente, tenemos en la actualidad 54 generales sin funciones y 102 en funciones. O sea, son 156 generales que hay en las Fuerzas Armadas, de los cuales 93 son del Ejército, 23 de la Marina y 40 de la Fuerza Aérea. La idea es que, en un período de seis años, según el proyecto de ley que está cursando en el Congreso Nacional, llevar esta cantidad de generales a 40, 20 y 20, que serían 40 del Ejército, 20 de la Fuerza Aérea y 20 de la Marina. Mediante este proceso, para no parar el escalafón, se van a ir retirando tres por cada ascenso. Por ejemplo, si se asciende un general en este momento, se retiran tres oficiales (generales).
l ¿Podría esta iniciativa ocasionarle fricciones con generales activos o con quienes aspiran a ese rango?
l Lo que pasa es que, lamentablemente, el generalato es una condición especial. O sea, en todos los países del mundo, el oficial que llegue a general debe tener ciertas condiciones muy particulares. Los escalafones se contemplan a nivel mundial, normalmente, hasta teniente coronel. El mismo rango de coronel tiene una condición semiespecial, que lo hace merecedor del rango. Y el generalato es una condición excepcional. Entonces, por esa razón, no todo el mundo está preparado para llegar a general. Puede ser que un oficial esté preparado, pero a lo mejor no tiene el tacto ni la experiencia o madurez para llegar a general. Puede tener estas condiciones, pero a lo mejor no tiene el tiempo para ser general. O sea, hay un sinnúmero de factores que influyen para que un oficial a nivel mundial, no solamente en República Dominicana, pueda optar por el generalato.
A través de la nueva ley orgánica de las Fuerzas Armadas, lo que perseguimos es eso, que cuando un oficial ya llegue a coronel tenga todas las condiciones académicas, moral y de madurez para optar en su momento por el generalato. De cada siete u ocho coroneles, hay un general a futuro. Por eso reitero, no todo militar puede llegar a general. No todo alistado puede llegar a oficial. Ahí es que nosotros estamos enmarcados. Estamos procurando que los mejores oficiales, los que estén más calificados, sean los que opten por las posiciones más importantes dentro de las Fuerzas Armadas, para tener una institución que vaya logrando optimizar sus servicios frente a la sociedad dominicana.
l La materialización de estos aspectos depende de la aprobación del proyecto para modificar la ley orgánica de las Fuerzas Armadas. ¿Cuáles son sus expectativas?
l Tenemos algunas reuniones en el Congreso Nacional, dentro de una o dos semanas, porque se ha retrasado un poco el conocimiento de la ley orgánica, por las dos tormentas y la reforma fiscal. Nosotros pensábamos que al mes de iniciar la gestión, tendríamos una ley orgánica de las Fuerzas Armadas nueva. Yo espero que antes de diciembre tengamos esta herramienta, que pueda darnos los parámetros para poder comenzar a procesar lo que es la depuración del personal militar de las Fuerzas Armadas.
l A propósito del tema, ¿le preocupa que generales retirados tengan más militares de guardaespaldas y otros privilegios que los activos?
l La misma ley orgánica va a hablar de esa parte, de cuándo a un oficial le corresponde un hombre, dos hombres o cuatro hombres: si un oficial fue jefe de la institución, si fue jefe de la DNCD (Dirección Nacional de Control de Drogas), si fue jefe del DNI (Departamento Nacional de Investigación) o si fue ministro de las Fuerzas Armadas. Todo esto va a depender de la posición que haya ocupado el oficial cuando se retire y de las responsabilidades que haya asumido durante su mandato. Naturalmente, hay un común denominador, todos los oficiales que están dentro de las Fuerzas Armadas, en retiro y activos también, normalmente tienen un poco más de lo que deben tener. Obviamente, esto va a provocar que se vaya a limitar al mínimo (la seguridad personal) a cada oficial, tanto de las Fuerzas Armadas, y me imagino que la Policía Nacional hará otro tanto, para poder tener el personal necesario. Ya no se justifica que las Fuerzas Armadas o la Policía tengan 30 mil hombres, y que de esos haya un gran porcentaje que no estén cumpliendo funciones policiales. No se justifica que en las Fuerzas Armadas tengamos 45 o 46 mil hombres y no estén involucrados por lo menos en un 90% en lo que son funciones estrictamente militares.
l A partir de este planteamiento, ¿en qué se apreciarían las ventajas de reducir el número de escoltas a esos generales en servicio pasivo y activo?
l Tenemos muchas responsabilidades actuales. No solamente lo que son los renglones Fuerza Aérea, la Marina de Guerra y el Ejército Nacional. También tenemos los organismos especializados, el Cesfront (Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza), el Cesa (Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria) y el Cesep (Cuerpo Especializado de Seguridad Portuaria). O sea, una serie de responsabilidades adicionales de seguridad que están requiriendo personal calificado y una cantidad mayor de personal. Siempre he dicho que para nosotros es un reto la frontera dominico-haitiano, así como también las aguas territoriales, que cualquier persona puede abordarlos, y eso nos exige tener muchos más personal, pero un personal calificado.