A dos meses del paso de la tormenta Isaac, los moradores de La Barquita volvieron a ser afectados por la crecida del río Ozama.
Con televisores, colchones, neveras y otros ajuares al hombro los lugareños se movían por los estrechos callejones intentando salvar sus pertenencias, mientras veían subir los niveles del agua.
Las fuertes lluvias ocasionadas por el ciclón tropical Sandy, han aumentado el cauce del río conforme pasan las horas, inundando una gran cantidad de casas.
Ayer los dirigentes comunitarios Rafael Holguín y Eridania Rosario habían contabilizado unas 100 viviendas inundadas y 28 familias refugiadas en la Capilla San José, sin contar los que se habían albergado en casa de familiares y amigos.
Sumado a las inundaciones, en la zona conocida como La Lata y La Lechuga, también se produjeron deslizamientos de tierra ocasionando daños a una vivienda. Su propietaria Altagracia Segura clamaba por ayuda para salir del lugar. “Yo quiero salir, pero no tengo a donde ir”, se quejó la anciana quien vive con dos hijos y dos nietos.
Brigadas de la Defensa Civil y la Policía Nacional también supervisaban el lugar, donde todavía no había llegado ninguna ayuda oficial.
Expectativas
A más de un mes de que el presidente Danilo Medina visitara la barriada y prometiera la reubicación de sus moradores, muchos se muestran escépticos, mientras que otros se aferran a la esperanza de una mejor suerte.
“Él nos dio una esperanza, dijo que iba a luchar por nosotros y estamos en espera de eso. Él ha sido el único presidente que ha bajado aquí, se ve que quiere trabajar”, afirmó Víctor Cuevas.
En La Ciénaga, otro barrio levantado a orilla de las aguas del río Ozama, la situación era prácticamente normal, aunque las viviendas más cercanas al afluente comenzaban a anegarse.
“Aquí ´tamo jugando una manito de baraja, acechando el río”, afirmó Carlos Rosario, quien, acostumbrado a las inundaciones, dijo que allí hasta última hora nadie sale de su casa.
El ministro de Salud supervisó la zona
El ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo se apersonó en el lugar, donde afirmó que hasta el momento no tenía reportes de hechos lamentables. Exhortó a los moradores de las zonas vulnerables a hervir el agua antes de tomarla, no dejarla acumular en recipientes y a lavarse las manos antes de manipular alimentos para evitar la propagación de enfermedades.