El doctor Rolfy Antonio López está destrozado por dentro y por fuera. Consumir drogas durante 35 años seguidos lo ha marcado visiblemente. Pero no se siente derrotado.A este médico no le apena expresar que consume droga por más de tres décadas sin parar. Es el testimonio de un adicto que lucha por rehabilitarse. Por eso habla fluido y sin complejos. Pero al momento de decir que por culpa de las drogas perdió la licencia (exequátur) para poder ejercer su carrera, fue muy notorio el cambio de su semblante.
“No estoy ejerciendo actualmente. Soy un usuario de drogas, desde hace 35 años. Así, como consecuencia de mi adicción, no he podido ejercer mi profesión de médico”, señala, apenado.
Este hombre todavía se cree doctor en medicina, a pesar de que la heroína hace rato que le robó lo que algún día tuvo como vocación.
Por saberse profesionalizado en el complejo mundo de la medicina, se hace llamar “el doctor Rolfy”. Con un papel en las manos, donde resumió su historial como adicto, López confiesa que sus días no han sido nada fácil.
“En mi vida han pasado muchas situaciones que me han mantenido aislado de la sociedad. Situaciones difíciles, que van desde ir a la cárcel, perder mi exequátur y, principalmente, el rechazo de mi familia”, indica.
El doctor Rolfy entiende que la sociedad dominicana ha sido intolerante y poco comprensiva con sus problemas de adicción. Poco a poco fue cayendo en el debate que sobre el consumo de drogas intentan fortalecer el Centro de Orientación e Investigación Integral (Coin) y la Fundación Dominicana para la Reducción de Daños Asociado al Consumo de Drogas (Fundoreda).
Estas organizaciones plantean que para favorecer la lucha contra la adicción a las drogas es menester despenalizar el consumo y considerar el vicio de estupefacientes como un problema sanitario y de salud mental.
El doctor Rolfy habla por su propia condición. “La sociedad nunca ha entendido que el problema de la adicción es una enfermedad y no debería ser un problema legal, y mucho menos social”, reclama, esperanzado y seguro.
Sueña vivir en una sociedad más justa, equitativa y de respeto a los derechos humanos, donde no se le rechace, donde lo miren como una persona enferma, donde la causa sea el punto de partida para buscar solución al problema que lo afecta y fomenta su exclusión social.
“Dentro de una sociedad desinteresada, existen valores que no pueden alcanzar aquello que han nacido mediocres”, reflexionó.
Llama a las autoridades a no fichar a los adictos
A las autoridades de la Dirección Nacional de Control de Drogas, este adicto les pide “que dejen de desconsiderarnos, fichándonos por el simple hecho de encontrarnos en un lugar de consumo. Los usuarios de drogas no somos traficantes”, aclara. Como consumidor de heroína solo quiere que las autoridades les faciliten el medicamento que lo ayude a rebasar su adicción y no padecer problemas secundarios cuando al final decida abandonar la heroína.