La colocación de los productos en los estantes de las tiendas afecta tu capacidad de pensar si realmente los necesitas y quieres comprarlos.¿Alguna vez has ido al supermercado con una lista de compras de manzanas y leche y sales con un frasco de queso fundido, un galón de helado y una bolsa enorme de dulces? Las compras por impulso pueden causar estragos en tus planes de alimentación saludable, pero los expertos dicen que podría no ser completamente tu culpa.
La epidemia de obesidad es culpa, parcialmente, de nuestro medio ambiente de comida, según una editorial publicada en la revista médica New England Journal of Medicine. Las médicos Deborah Cohen y Susan Babey colaboraron para escribir el artículo Candy at the Cash Register; A Risk Factor for Obesity and Chronic Disease (Dulces en la caja registradora; un factor de riesgo de obesidad y enfermedad crónica, en español).
Cómo seleccionamos los alimentos
“La realidad es que las selección de comida a menudo son automáticas y hechas sin conciencia plena”, escribieron las autoras.
“En muchos casos pueden ser incluso lo opuesto a lo que la persona que decide preferiría conscientemente”, agregan.
La publicidad alienta las compras emocionales que se activan por ver el producto, según la editorial. La manera como se acomoda la comida en un supermercado puede tener un gran impacto en lo que los consumidores compran. Un estudio de 2009 mostró que los productos colocados al final del pasillo suman el 30% de todas las ventas en los supermercados.
“Las personas carecen de capacidad para controlar completamente su mirada, y lo que ven durante más tiempo es el predictor más fuerte de lo que comprarán”, consideran las expertas.
Cohen y Babey proponen tratar la colocación del producto como un factor de riesgo para la obesidad. Comparándola con regulaciones de seguridad para un edificio, escriben: “aunque las personas ciertamente pueden mantenerse alejadas de los bordes de los balcones y no asomarse en las ventanas, las barandillas y rejas de seguridad obligatorias los protegen de caerse… (las regulaciones en supermercados también podrían) guiar el diseño y la colocación de los alimentos en las tiendas para proteger a los consumidores”.
Por lo que puedes dejarte de sentir remordimiento por comprar cosas de más, ellos (los comercios) también tienen algo de culpa.
Una pastilla para controlar lo que compras
Pero si quieres buscar una solución a tu adicción por las compras, quizás unos investigadores de la Universidad de Minnesota pueden ayudarte, quienes dicen haber encontrado una posible “cura” para tus compras compulsivas. Se trata de Ebixa, una píldora originalmente diseñada para tratar el Alzheimer y que ahora los expertos dicen que también podría ayudar a los compradores compulsivos a frenar este hábito.