La comisión mediadora en el conflicto del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) abandonó sus gestiones, mientras la facción de Miguel Vargas acusó de la crisis al grupo de Hipólito Mejía. La renuncia de los comisioandos estuvo motiva por el “espectáculo de haber presentado dos voceros para ser acreditados ante la Cámara de Diputados”, la derrota que sufrió el partido en las elecciones celebradas el pasado miércoles en la Asociación Dominicana de Profesores, la que dijo, es adjudicada a la crisis que arropa a la organización.
La comisión estaba compuesta por Peggy Cabral, Eligio Jáquez, Neney Cabrera, William Jana, Ángel de la Cruz y Siquió NG de la Rosa. También, ante el rechazo a la recomendación hecha por la comisión de convocar la Comisión Política, para el pasado 8 de octubre.
Lo dejan en manos de Vargas y Mejía
La comunicación fue enviada a Vargas Maldonado, Hipólito Mejía, Andrés Bautista, presidente en funciones, Orlando Jorge Mera, secretario general, y Geanilda Vásquez, secretaria de organización.
Dice que “Queda bajo la responsabilidad de los compañeros presidente Miguel Vargas y el excandidato presidencial Hipólito Mejía, el destino inmediato de nuestro PRD, y solo debemos recordar que nadie tiene derecho a conducir hacia la división a este patrimonio de la democracia dominicana”.
Al conocer la renuncia, el sector institucional del PRD afirmó que se mantiene haciendo los esfuerzos de lugar para restaurar la unidad y advirtió que la situación de crisis es “responsabilidad exclusiva” de Hipólito, conforme evidencian sus hechos y declaraciones.
Salim Ibarra, director legal, dijo que no es justo repartir por igual la responsabilidad del impasse entre Miguel Vargas e Hipólito. Recordó que tras las elecciones fue el exmandatario quien inició acciones contrarias a sus estatutos.
La división viene desde las elecciones del 2010
La crisis en el PRD se inició desde antes de concluir el proceso electoral. El primer enfrentamiento se dio en la convención para las elecciones legislativas y municipales del año 2010. Posteriomente las heridas se ahondaron con la cuestionada convención de 2011. Después Miguel Vargas limitó su participación a un rol institucional y no hizo campaña por Hipólito Mejía.