El nueve de julio de 2005, Valerio de los Santos trabajó apenas dos tercio de entradas con los Marlins de la Florida. El veterano lanzador solo hizo 18 lanzamientos en total. Pero uno de esos envíos lo llevó, a partir de ese momento, a convivir con una imborrable pesadilla.La razón: un lanzamiento a 92 milla por horas acabó llevando al suelo al prospecto Adam Greenberg, quien hacía su debut en las Grandes Ligas con los Cachorros de Chicago.
Fueron momentos de mucha angustia para el nativo de Las Matas de Farfán, observar como el personal médico de los Cachorros sacaban del terreno a Greenberg rumbo a un hospital, pero es al día siguiente que De los Santos se entera que quedó recluido en un centro médico. “Fue un momento difícil, tanto para él como para mí”, dijo De los Santos en un aparte con elCaribe durante los entrenamientos de las Estrellas Orientales en Boca Chica. “Estaba muy preocupado por su salud. Me sentía muy mal en ese momento. Fue un golpe muy duro debido a que no sabía de él luego del accidente. La situación se tornó más embarazosa cuando me entero que estaba recluido en un hospital”, agregó.
Ese nueve de julio, el veterano lanzador fue llamado al montículo en la novena entrada. Después de dominar con un rodado por el siore a Todd Hollandsworth para el primer out, el turno le correspondía a Adam Greenberg, quien hacia su debut en las Grandes Ligas. El joven jugador nunca pensó que su debut fuera a pasar a un segundo plano. Parado en la caja de bateo fue golpeado en la cabeza por un lanzamiento de 92 millas por horas por parte del serpentinero que duró nueve años en las Mayores.
Hoy, siete años, dos meses y 29 días después, Greenberg regresa al terreno de juego, gracias a los Marlins, quienes le darán una nueva oportunidad luego de que este accionara con el combinado de Israel, equipo que buscaba su clasificación para el Clásico Mundial de Béisbol de 2013, pero cayó ante España.
“Para mí es un orgullo el saber que él estará de regreso al terreno. Gracias le doy a Dios de que por mi causa su carrera en el béisbol profesional no terminó”, manifestó De los Santos, quien en tono sorprendente expresó que Greenberg estará con el equipo al que perteneció en 2005 cuando ocurrió el hecho.
Tras recibir el pelotazo en la cabeza, el nativo de Connecticut, confrontaba un síndrome post-contusión, fuertes mareos, dolores de cabeza, visión doble y náuseas, por lo que se pensó que su carrera en el béisbol profesional había concluido.
“Con el tiempo, gracias a Dios, todo fue evolucionando positivamente para su persona. Nos hemos encontrado en varias ocasiones. Somos muy buenos amigos, aparte de que fue un accidente”, sostuvo.
Los Marlins iniciaron anoche su última serie de tres encuentros ante los Mets de Nueva York en Miami como preámbulo a la fase final de la temporada regular de las Grandes Ligas.
Para el partido de esta noche, Greenberg estará en el roster de los Marlins, luego de que el equipo recibiera la aprobación por parte del comisionado Bud Selig para que este viera acción. “Estoy listo”, dijo Greenberg al programa “Today”, que se produce por NBC. “Los Marlins pusieron la atención sobre mí. No lo hacen por publicidad. Ellos (los Marlins) creyeron en la perseverancia mía y por eso estoy aquí de regreso”, agregó el jugador.
Durante meses, el cineasta Matt Liston llevó a cabo una campaña en el internet con la finalidad de que un equipo de las Grandes Ligas le diera una nueva oportunidad a Greenberg. Los Cubs era el primer equipo al que esperaba le diera ese chance. Un video preparado por Liston, unido al respaldo del inmortal de Cooperstown, George Brett y unas 20 mil firmas publicadas en el portal www.change.org, no fueron suficientes para que los Cubs accedieran a esa petición. Pero fueron los Marlins, quienes les dieron el chance de poder regresar a las Mayores.
El clima, el responsable
De los Santos apuntó que la situación climática, que en ese entonces se registraba, fue el causante de ese mal momento. “No fue que se me zafó la pelota o que yo quise tirarla para golpearlo. En ese momento había un fuerte viento y cuando el pitcher no puede controlar su cuerpo, su cuerpo nunca va a controlar una bola que es más pequeña”, apuntó. Manifestó que al día siguiente se apersonó hasta el hospital donde estaba recluido Greenberg con el objetivo de saber de su salud. “Cuando llegué él estaba postrado en la cama con conocimiento de las cosas. Intercambiamos números telefónicos con el propósito de estar comunicados constantemente para saber de su estado de salud”, indicó el veterano lanzador.
Comprometido con la fundación de los Marlins
El jugador, que al momento de su debut en las Mayores contaba con 24 años, se comprometió con donar un día de su salario a la Fundación Marlins. Luego hará lo mismo al Sports Legacy Institute de los Estados Unidos, un centro de estudios avanzados sobre tratamiento y prevención de los efectos de trauma cerebral en atletas y otros en situación de riesgo.
