Más de 1,500 estudiantes de dos escuelas públicas que reciben docencia en aulas prestadas y arrendadas podrían perder el año escolar por falta de planteles propios.El caso más grave es el del colegio católico Santa Cruz, ubicado en Los Corales de San Luis, Santo Domingo Este, donde 950 niños fueron sacados del centro, porque el Ministerio de Educación no cumplió un acuerdo firmado con el director general del centro, padre Juan Francisco de la Cruz.
Mayra Rivas, directora académica del colegio, explicó que el convenio, firmado en marzo pasado, consistía en facilitar las instalaciones en la tanda vespertina, a cambio del nombramiento de siete profesores y tres conserjes, pero las autoridades no cumplieron lo pactado y decidieron sacar a los niños.
La actitud del director del colegio provocó disgustos entre los padres, quienes amenazan con entrar al lugar por la fuerza. La escuela Emma Balaguer, de Las Palmas de Herrera, Santo Domingo Oeste, atraviesa igual situación, ya que la dirección del centro alquiló 12 aulas en el Colegio Progreso para alojar a 456 estudiantes, pero en vista de que no pagaron la renta del año escolar pasado, los alumnos no han podido asistir a clases, porque los propietarios mantienen prohibida la entrada.