“Amigos, un impostor está usando una cuenta falsa en mi nombre. Fíjense que el apellido Guerra lo pone con tres R envés de dos. Abrazos”. La advertencia podría pasar desapercibida si no fuera una alerta del cantautor Juan Luis Guerra, publicada en su cuenta oficial de Twitter (@JuanLuisGuerra).
Y es que esta famosa red social no sólo es el canal en el que muchos “impostores” se dan a la tarea, cada vez más, de crear cuentas falsas para hacerse pasar por luminarias, no solo de la música, y hacer que miles de fanáticos caigan en el “gancho”, la práctica también se destaca en sitios como Facebook, entre otras.
Tal es el caso del cantante urbano Mozart La Para, quien tuvo que acudir a la justicia hace pocos días para alertar a las autoridades sobre unas cuentas que se hacían pasar por él con el objetivo de entablar conversaciones, principalmente con mujeres, a quienes le pedían desvestirse y transferirle dinero para causas sociales a través de Facebook.
“Es un fenómeno que se viene presentando con más insistencia en el país. Este caso se conoce como ‘suplantación de identidad’, lo que está penado por la Ley de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología”, indicó el ingeniero en informática Hiddekel Morrison. El también autor del libro Historia de las telecomunicaciones en República Dominicana reconoció que en el país se hace difícil la aplicación de esta normativa. “Es algo que no sólo afecta a los artistas, porque es una práctica muy común hasta en gente no públicas. Personas del sector privado y empresas sufren de este tipo de práctica”, añadió el conductor de “Audiencia electrónica”.
Hace poco, René Pérez, líder del multipremiado grupo Calle 13, denunció a otro impostor que había creado una cuenta similar a la suya, pero el boricua rápidamente lo desenmascaró ante sus seguidores.
Sin embargo, Morrison consideró que esta práctica no es algo negativo de las redes sociales y de la tecnología, sino que forma parte de lo típico del ser humano.
“No importa en la época en que uno viva, siempre van a existir personas que usan las cosas para uso negativo… así como antes habían impostores que se hacían pasar por alguien, o que enviaban una carta, un correo, así se dan estos casos ahora”, sostuvo.
Es por esta razón que la red social Twitter utiliza una simbología para certificar las cuentas confirmadas, validadas u oficiales. Es un elemento que se está estandarizando mucho para permitir que los seguidores identifiquen la cuenta real.
Barracuda Labs, empresa dedicada a la seguridad en redes sociales y protección de datos, realizó un estudio con el fin de identificar y brindar a los usuarios la información necesaria para detectar cuáles de sus contactos no son quienes dicen ser.
La investigación se realizó analizando 2,884 cuentas activas de Facebook y el objetivo fue encontrar las diferencias entre páginas falsas y auténticas. Además, se consideraron los datos arrojados por Barracuda ProfileProtector, la herramienta gratuita que protege de spam y virus a los perfiles de Facebook y Twitter.
De acuerdo a los resultados, publicados por diariouno.com.ar, las cuentas falsas utilizan cien veces más etiquetas en fotos que las cuentas auténticas y las cuentas reales utilizan una etiqueta cada cuatro imágenes.
Al igual que en Facebook, el grado de popularidad o sociabilidad de una persona o empresa, puede atraer a los impostores.
Lo importante en estas cuentas falsas es ver para qué se usa, porque cuando una persona es pública hay seguidores que lo hacen como tributo. Ahora, depende si en el uso, y ahí es que se da la violación legal, hay otra naturaleza, entre éstas pedir donaciones, como se hizo en el caso de Milagros Germán y de Nuria Piera.
Luego de poner la denuncia, el Departamento de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (DICAT), que funciona en el Palacio de la Policía, o la Fiscalía del Distrito Nacional ordenan inhabilitar la cuenta falsa si se verifica el delito electrónico.