En Los Ángeles se decidieron a mostrar el poder del dinero y de una forma exuberante. ¿Qué se dirá en Nueva York, donde invertir millones en terreno deportivo es toda una costumbre?
Todo comenzó con Anaheim durante la temporada muerta. El equipo le dio un pacto por 10 campañas y 254 millones de dólares al dominicano Albert Pujols y horas después negociaron con C.J. Wilson por cinco años y 77 millones y medio.
Hubo más acuerdos y la nómina se disparó a poco menos de 152 millones de dólares, el total más alto en su historia.
Los Lakers, probablemente el buque insignia del deporte en el estado y el más ganador de los conjuntos de la ciudad más poderosa del rico California, rondan los 98 millones de dólares en nómina para la venidera contienda de la NBA.
Las llegadas de Steve Nash y Dwight Howard, más retener contratos jugosos, han devuelto esperanza a la grey de los 16 veces campeones del mejor baloncesto del mundo, una fanaticada que tras su corona de 2009-10 ha sufrido bastante.
Para la venidera campaña, los Lakers pagarán unos 30 millones de impuestos.
De continuar esta práctica para la siguiente estación, cuando la multa por pasarse del tope salarial aumenta, los Laguneros tendrían una carga impositiva superior a los 100 millones de dólares, según cálculos de expertos de las grandes cadenas deportivas norteamericanas.
Por cada uno de ellos hay uno similar en la Gran Manzana. La ciudad que nunca duerme tiene a los Yankees como el símbolo mundial de adquirir las piezas necesarias a puras papeletas.
Los Bombarderos del Bronx llevan cinco años consecutivos con una nómina superior a los 200 millones de dólares. Su tope fue en 2010, la campaña siguiente de su última corona, cuando alcanzaron los 213 millones, 359 mil, 389 dólares.
Los Knicks de NY, cuya más reciente celebración de una corona fue en 1973, en la actualidad cuentan con una nómina de más de 77 millones de dólares.
Ponga en el tema a los Brooklyn Nets, otrora conocidos como los New Jersey Nets, que se encaminan a la estación 2012-2013 con un presupuesto que anda por 81 millones de dólares.
Los Nets lucen competitivos en el papel y se han lanzado a una batalla con los Knicks para conquistar fanáticos.
Explosión reciente
Para ponerle más sazón a la “guerra de papeletas” entre el Oeste con Los Ángeles y el Este con Nueva York, los Dodgers, que cambiaron de dueño tras horas de sufrimiento con el tristemente célebre Frank McCourt, han adquirido jugadores en los últimos dos meses a un costo de 99 millones de dólares.
Magic Johnson, la cara del nuevo mando azul y un ícono con los Lakers, ha dicho que para competir hay que mover los billetes, forma directa de poner una escuadra competitiva en el terreno.
Su nómina se disparó bastante y se encuentra por un terreno que nadie esperaba para estas alturas.
No sabemos si Yankees y Dodgers irán a la Serie Mundial de las Grandes Ligas debido a la tremenda competencia o si los Knicks y los Nets darán agua a beber en la NBA, en un Este bien competitivo.
Lo que sí está claro es que Los Ángeles y Nueva York tienen equipos de lujo.
Si se buscara un símil en el mundo automotriz, habría que irse donde los más caros fabricantes. Muchos de sus jugadores equivalen a Ferraris, Rolls Royces y demás joyas de tierra.
No siempre se compra la corona
El dinero no siempre compra la felicidad. Gastar grandes sumas no se traduce en coronas en lo inmediato. La última celebración de los Yankees fue en 2009.
Lakers y Knicks son pruebas de ello, pero cierto aire de esperanzas se siente por los predios de Los Clippers de Los Ángeles, equipo que comparte cancha con los Lakers y que nunca ha ganado.
Para esta campaña refirmaron a DeAndre Jordan y a Blake Griffin y firmaron a Jamal Crawford, Chauncey Billups y Ronnie Turiaf.
Los Dodgers tienen ahora a Adrián González, Hanley Ramírez y Josh Beckett, entre otros, veamos qué sucede.