Dentro de la gran variedad de alimentos que la naturaleza nos proporciona, existen muchos que son rechazados por la gran mayoría de las personas, ya sea porque les disguste su sabor (o la carencia del mismo), su olor, su aspecto o simplemente por mañosería que los padres no supieron quitar durante la infancia.
Cualquiera que sea el motivo por el cual no aproveches el aporte nutricional de determinadas frutas y vegetales, debes saber que te estás perdiendo la oportunidad de tener una mejor calidad de vida, ya que te niegas el chance de tener un organismo sano y funcional.
Según la Organización Mundial de la Salud es recomendable que todas las personas traten de comer por lo menos cinco porciones de verduras y/o frutas diferentes diariamente, aunque no todos nos agrade la idea de comerlos.
Pocos apetecibles
Es común ver como algunas personas retuercen la boca cuando se les habla de probar algunos vegetales, como los espárragos o el molondrón. El rechazo puede llegar a tal grado que les causa una repulsión tan grande hasta provocarles nauseas.
“¡Ayy nooo! Yo no como eso” o “¡guácala, eso sabe a rayos!”, son solo algunas de las expresiones cuando se le ofrece a alguien un rico y nutritivo plato compuesto de brócolis, apio o tayota. La negativa a comer este tipo de alimentos, es probablemente uno de los factores (junto a llevar una vida sedentaria) por el que el 70% de la población a nivel mundial padezca de sobrepeso u obesidad, según datos de la OMS.
Para el nutricionista Julio García esto tiene su base en la mala información que se maneja sobre la correcta alimentación, la cual debe comenzar desde la infancia dirigida por los padres.
“El apio, el molondrón, el coliflor, el rábano, el brócoli y las espinacas, entre otros tantos vegetales tienen un alto nivel de vitaminas y minerales, importantes para el organismo”, comenta García.
Entonces… si son tan buenos y tienen tantas cualidades ¿por qué son tan rechazados? Según explica el especialista en nutrición esto se debe a que por lo regular estos alimentos tienen un sabor insípido, en comparación con un suculento pedazo de pizza o una hamburguesa, ya que estos últimos son elaborados con una gran cantidad de salsas y condimentos artificiales para que nadie pueda resistirse.
Todo comienza desde el hogar
Es posible que debido a esto se suela rechazar el sabor un tanto ácido y amargo del rábano, el desabrido brócoli y el sabor “a agua con no sé qué” de la tayota. Pero según explica García, la educación inicia desde el seno familiar, y el saber qué alimentos son beneficiosos para tener un organismo sano forma parte de esa educación.
“Los padres deben inculcar a sus hijos desde los primeros años de vida lo importante que son algunos alimentos. Hacerles saber la diferencia de los alimentos chatarra y cómo esto pueden perjudicarles”, dice García.
¿Cómo hacerlo? Simple, en vez de comprar una compota de manzana en el supermercado, licue estos alimentos en casa y elabore una compota casera. García explica que hacer esto le ayudará al infante a acostumbrarse al sabor y a que cuando sea adulto lo incluya dentro de su alimentación diaria.
En el caso de que aún busques algún pretexto para consumir estos vegetales, ahora con las excusas de considerarlos “caros”, en vez de comprarlos en los supermercados hazlo en el mercado, ya que allí te saldrán mucho más que económicos. Ya no tienes excusas para llevar una alimentación sana. Deja a un lado las mañoserías y aliméntate bien.
Brócoli: antioxidantes y anti carcinogénicas
Este vegetal es considerado como un “arma” a usar para prevenir el cáncer de próstata, mama, pulmón y colon. Entre sus compuesto se encuentra sulforafano, el cual tiene entre sus propiedades antimicrobianas, antioxidantes y anticarcinogénicas, presentes también en el coliflor y el repollo. Contiene vitamina K que ayuda a controlar la densidad ósea y la coagulación sanguínea. También tiene potasio, para el sistema nervioso y cero carbohidrato, ideal para hacer dietas.
Rábano: Favorece la flora intestinal
Está compuesto por vitamina C y E, por lo que tiene cualidades antioxidantes; tiene colágeno y minerales como hierro, potasio, sodio y fósforo (todos beneficiosos para nuestra salud). También aumenta la flora intestinal, por lo que evita el estreñimiento. El juego de rábano tiene un efecto diurético porque aporta fibra.
Tayota: regenerador celular
Posee un alto contenido en antioxidantes, vitamina C y muy pocas calorías. Ayuda a la circulación, en la diabetes, en enfermedades del estómago y por su efecto diurético, contra la retención de orina. Además es un excelente regenerador celular, con efectos anticancerígenos, y tiene propiedades altamente beneficiosas para el corazón.
Molondrón: aporta pocas calorías
Aporta pocas calorías y es rico en fibra, vitaminas B6, C y A, magnesio, sodio y ácido fólico. Por su fibra y mucílago se recomienda para tratar algunos problemas del aparato digestivo. Sus semillas proporcionan un aceite semejante al de oliva y en algunos países se utilizan como sustituto del café.
Espinaca: para una piel lozana
Esta proporciona una gran cantidad de fibras dietéticas que ayudan al sistema digestivo y previene el estreñimiento, así como una serie de patologías intestinales crónicas, incluso, el cáncer de colon. También aporta suavidad al cutis y puede ser utilizada a nivel externo, por ejemplo, realizando compresas sobre la piel irritada.