El Nuncio Apostólico abogó ayer porque se le busque una ‘solución justa’ al tema de la migración haitiana, situación que calificó como un asunto complejo.Joseph Wesolowski expresó que la situación debe ser resuelta respetando los derechos de los ciudadanos haitianos indocumentados que residen en este país, los que consideró, merecen ser reconocidos porque han contribuido con el desarrollo de la República Dominicana.
Subrayó que no tiene una opinión clara respecto de la propuesta de la directora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Valerie Julliand, de otorgar una amnistía migratoria a los haitianos indocumentados y la del sociólogo haitiano Joseph Baptiste de abrir la frontera para que haya libre tránsito desde ambos lados.
Insistió en que no acostumbra a opinar de asuntos que se hallan fuera de su competencia religiosa, pero aclaró que el tema de los indocumentados haitianos en República Dominicana tiene una vertiente humana.
Una situación compleja
No obstante, afirmó que la apertura de la frontera “es una cuestión muy compleja”, que está siguiendo de cerca y rezando para una solución adecuada.
Sin embargo, afirmó que Haití y República Dominicana son países con culturas distintas, con diferentes idiomas y situaciones económicas, por lo que entiende, no se puede dar una respuesta ligera al problema. “La cosa no es tan sencilla como se piensa”, dijo.
“¿Cómo se puede ayudar a estas personas a sentirse mejor? Esta es una situación que deben pensar los grandes políticos. Yo solo puedo apoyar con mis oraciones por mi gran simpatía por estos dos grandes pueblos: la República Dominicana y Haití”, aseguró.
Wesolowski fue entrevistado luego de participar en la inauguración del edificio del Centro de Formación Integral Juventud y Familia, de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
