Santiago. Vendedores de ropa en paca que operan en el mercado de Pueblo Nuevo amenazan con ir hasta el Palacio Nacional a protestar contra la medida que prohíbe su importación.Rafaela Recio tiene 15 años involucrada en este negocio y advierte que de aplicarse esa disposición miles de personas deambularían por las calles sin tener nada que hacer y ganarse la vida.
“Si ellos lo que quieren es terminar de quitarnos la vida, que lo hagan, porque esto sería matarnos y no lo vamos a tolerar. Si tenemos que ir y montar un piquete frente al Palacio Nacional lo haremos sin ningún temor”, dijo Recio a elCaribe.
La medida de la Dirección General de Aduanas ha caído como balde de agua fría entre los cientos de vendedores del mercado de Pueblo Nuevo en esta ciudad, quienes temen quedar sin empleo y que con esto se incrementen los hechos delincuenciales.
De los tres mil vendedores que cada jueves acuden a ofertar sus mercancías en el mercado, 250 tienen sus puestos de pacas, que traen desde los Estados Unidos.
Recio asegura que en un día de mercado de pulgas vende entre 10 mil y 15 mil pesos y con eso debe pagar el alquiler de la casa donde vive y mantener a toda su familia.
“Estos son gobiernos para los ricos. Cuando ellos se inventan algo, nada más los pobres sufrimos, los que no tenemos para comprar en las grandes tiendas”, expresó Mercedes García, que también vende este tipo de artículo.
Dolores Martínez, otra vendedora, dijo que tiene su puesto de venta de ropa usada desde hace año junto uno de sus hijos. Considera una estocada contra padres de familia prohibir la importación. Dijo que con los diez mil pesos que vende mantiene a cinco hijos que de otra manera pasarían hambre, pues las autoridades tampoco buscan alternativas para garantizar que la gente que vive de este negocio se le garantice un empleo.
Cuestionan medida
“Aquí los gobiernos muchas veces lo que buscan es que la gente salga a delinquir a las calles y eso es lo que van a conseguir si dejan sin empleo a miles de personas que vivimos de esto”, refiere Martínez.
Muchos de los vendedores de ropas de paca provienen de comunidades como La Vega, Navarrete, Nagua, Moca y otros puntos del país. Sin embargo, entre los demás vendedores que prácticamente tienen ocupada la manzana y que venden ropas fabricadas en la República Dominicana el temor es menor, pues dicen no se verán afectados.
La medida de la Dirección General de Aduanas, según los vendedores, solo busca beneficiar a los dueños de tienda y no a supuestos controles fitosanitarios. Compradores ropa usada dicen que se sumarían a las protestas, pues le quitarían una alternativa para poder comprar la ropa a sus hijos que, aunque han tenido algún uso, mantienen la calidad y a precios alcanzables.
La ropa usada también se vende en las casas
El negocio de vender ropa usada o de pacas se ha hecho muy popular, tanto que muchas personas lo han instalado hasta en su propia casa o han rentado locales para ofertar diversas mercancías.
Esto incluye zapatos, abrigos, ropas de cama y otros. Aunque en Santiago hay una mayor concentración de vendedores en el mercado de Pueblo Nuevo, muchos han llevado “minipulgas” a las salidas de empresas de zonas franca, de las universidades o han colocado sus puntos de ventas en lugares estratégicos de la ciudad donde hay un gran flujo de personas.