Las mujeres necesitan más ayuda en la lucha contra el sida, se dijo en una conferencia internacional sobre esa enfermedad que sesionó en Washington. Muchos países han aumentado el tratamiento de las mujeres embarazadas infectadas para reducir la probabilidad de que infecten a sus bebés. Pero la doctora Chewe Luo, de la UNICEF, dijo que la mayoría de las naciones no continúa automáticamente el suministro de fármacos contra el sida para las mujeres después que destetan a sus bebés, lo que es importante para mantenerlas saludables a largo plazo. Y elogió a Malawi por empezar a hacerlo.
Agregó que las niñas adolescentes, de 10 a 18 años, suelen ser ignoradas en la aplicación de los exámenes exploratorios del VIH, como también en los programas de prevención y tratamiento. Sin protegerlas, dijo Luo, toda la inversión para los bebés saludables no significa nada.
Mientras tanto, se inician investigaciones en gran escala en Africa para determinar si un anillo vaginal especial puede suministrar protección a las mujeres sin que sus compañeros lo sepan.
Proporcionar a las mujeres herramientas de protección cuando sus compañeros no usan condón es decisivo para combatir la epidemia del sida. Las mujeres ya representan la mitad de los 34,2 millones de personas en el mundo que viven con VIH, el virus que causa el sida. En Africa son más, un 60%.
El nuevo intento es un anillo vaginal que se inserta una vez al mes y va despidiendo lentamente un fármaco antisida en los tejidos circundantes.
El doctor Carl Dieffenbach, del Instituto Nacional de Salud, anunció el martes las nuevas investigaciones en la Conferencia Internacional sobre el Sida.
Desarrollado por la organización sin fines de lucro Sociedad Internacional para Microbicidas, el anillo de silicona contiene un fármaco antisida llamado dapivirina. En contraste con los anillos vaginales actualmente en venta en Estados Unidos, el anillo experimental no apunta al control de natalidad sino a la prevención del VIH.
Los estudios iniciales sugieren que el anillo puede dar resultado y las mujeres dijeron que lo preferían al gel, afirmó la doctora Saidi Kapiga, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
