Las ventas del producto han bajado considerablemente en la capital y el temor de que empeore se apodera de los comerciantes.Los fritureros y consumidores, colmaderos y mayoristas exigieron ayer al Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) que identifique las marcas de salami que contienen coliformes fecales “para no venderlo ni comerlo”.
Reporteros de elCaribe recorrieron ayer varios puestos de fritura, colmados y vendedores de embutidos al por mayor y según afirmaron, en las marcas de salami que tienen menor reconocimiento en el mercado, la venta fue casi nula.
Sin embargo, las embutidoras reconocidas han mantenido la demanda, pero el consumo también ha bajado.
Cambian salami por huevo y queso
Los vendedores afirman que en lugar de salami los consumidores están prefiriendo huevos, por lo que la venta se disparó el miércoles y ayer. También el queso tiene mayor demanda. Según los comerciantes, en los colmados ubicados en la zona metropolitana entre los residentes de clase media y alta, la venta de salami bajó más que en los sectores populares.
En el Mercado Nuevo, lugar donde acuden a comprar los fritureros, los comerciantes reconocen que la demanda ha bajado, desde que Pro Consumidor reveló que el 15% del salami contiene coliformes fecales.
“Espero digan cuál salami sirve”
Adolfo Morel, es un señor de 70 años y confiesa que toda su vida ha comido salami, pero que “desde que vi en la noticia de que están vendiendo salami con, con, con… no he comido salami jamás y voy a esperar que las autoridades digan cuál es el salami que se puede comprar”. Carlos Silié, es herrero y soldador y reconoció que sigue consumiendo el producto porque “eso es lo que comen los pobres”. “Esa es la comida más barata del pobre y uno no la puede dejar, las autoridades lo que deben es decir cuál es el que no se puede comer”, reclamó.
Vendía tres salamis diario y bajó a medio
Juan Ortiz, vendedor en un colmado ubicado en La Esperilla, afirmó que diariamente vende hasta tres salamis, pero que entre el miércoles y ayer solo había vendido la mitad de uno.
Rufino Cabrera, tiene 20 años vendiendo fritura en Villa Consuelo y explicó que inicia la venta a las 7:00 de la mañana y al medio día e ayer sólo dos clienes habían pedido salami para el desayuno. “Aquí la gente pide mucho salami siempre, pero hoy no fue así. Vienen y te dicen que le des huevo, longaniza u otra cosa, pero no salami”, afirmó el vendedor.