Un estudio realizado por la Red Dominicana por una Vejez Digna en ocho barrios del Gran Santo Domingo, que auspició el Fondo de Población de las Naciones Unidas, revela que en Los Tres Brazos se genera la mayor cantidad de abuso y maltrato contra los adultos mayores. La investigación, que abarcó un universo de 836 personas envejecientes en sectores como Villas Agrícolas, Capotillo, Herrera, Invivienda, Los Alcarrizos y otros, demostró que en Los Tres Brazos fueron consultadas 242 personas y, de esa cantidad, el 56% estaba siendo maltratada.
Los abusos van desde verbal, sicológicos, físicos y hasta sexual, principalmente por nietos, a los que los hijos les han dejado la responsabilidad de cuidar al abuelo mientras ellos trabajan.
El dato ofrecido por la directora del Instituto del Abuelo, Rosy Pereyra Ariza, revela que en el sector de Herrera es que menos se maltrata a los adultos mayores.
La también representante en el país de la Red Internacional para la Prevención del Abuso a las Personas Mayores, calificó el hallazgo como “muy preocupante”, que, a su juicio, debe mover la acción pública porque además del daño a los envejecientes, muchos niños y adolescentes podrían ser delincuentes debido a que los abuelos no pueden con ellos.
“Y nosotros, teniendo un Consejo Nacional de la Persona Envejeciente, no hay ni siquiera una línea de reporte del abuso, cuando una persona mayor es abusada. Aquí tiene que irse a los medios de comunicación, si es que se logra acceso a ellos”, dice.
Informó que conoce casos de hijos que para quedarse con la casa, han sacado a sus padres al patio, expuestos a agua sol y sereno, durmiendo debajo de una plancha de zinc, a pesar de haber construido las viviendas que una vez fue su hogar.
Responsabilidad social
Otros adultos mayores no solo reciben maltratos en sus casas, sino que están expuestos a ser atropellados por vehículos en las calles donde se ganan el sustento de cada día o son atracados para despojarlos de la ganancia del día.
Cecilia Bautista, de 62 años, y Amancio Lapaix, de 68, son una pareja de esposos desde hace 15 años. Se levantan a las 2:00 de la madrugada cada día de su casita alquilada en Los Praditos para vender café, té, chocolate y arepa debajo del elevado de la avenida Winston Churchill, para conseguir el alimento de sus hijos.
Están conscientes del peligro al que se exponen para buscar la vida, pero dicen que se van juntos para protegerse uno al otro.
Explican que madrugan porque si a las nueve de la mañana llegan los policías municipales a su lugar de venta, les quitan la mercancía que les queda porque está prohibido utilizar esos espacios para vender.
Ella lo ayuda a empujar el triciclo en el que trasladan la mercancía, que además sirve de transporte a uno de sus nietos de ocho años que les acompaña para no dejarlo solo en la casa.
Amancio informa que antes era vigilante privado, pero que ya su mano derecha no le da para nada porque le tiembla mucho y no está en condiciones para asumir la responsabilidad de cuidar una propiedad privada con esas condiciones.
“Yo trabajo desde que estaba como ese niño (señala su nieto de ocho años) ha sido trabajando hata ahora y ya la fueiza no me dan…no e que sé mucho de letra, como leei y ecribí, pero ya la mano derecha ha sio un grande quebranto hace tiempo, no puedo fimai, no puedo hacei nada, na ma que vendei aiguna vainita”, dice Amancio.
Recomendaciones
Para enfrentar el problema de la falta de empleo en el sector envejeciente, la directora del Instituto del Abuelo propone la creación de un fondo especial que sirva de apoyo a la gente que se organicen en torno a un proyecto común.
Que se otorguen préstamos a través de Promipyme y sobre todo que se cumplan las leyes creadas para los envejecientes… “y si ellos (el Gobierno) le dan esa oportunidad, la gente mayor de este país pudiera vivir un poco mejor, pero esa oportunidad hasta hoy no se las estamos ofreciendo”.
Luz Marina Cortázar, directora del Instituto de la Familia, entiende que a los abuelos hay que darle mucho cariño. Aclara que en algunos casos se cambian los roles y los hijos pasan a ser como los padres de ellos y eso afecta a los padres de alguna manera.
Tanto Cortázar como Pereyra Ariza plantean políticas más efectivas en favor de los envejecientes.
Principios de la ONU en favor de los envejecientes
Entre las medidas adoptadas por la ONU en favor de los envejecientes durante la asamblea del 16 de diciembre de 1991 están: “Las personas de edad deberán tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de salud adecuados, mediante ingresos, apoyo de sus familias y de la comunidad y su propia autosuficiencia. Las personas de edad deberán tener la oportunidad de trabajar o tener acceso a otras posibilidades de ingresos.