La tranquilidad ciudadana se ha perturbado por una serie de hechos violentos que llaman la atención tanto por sus características como por producirse en el período de transición gubernamental, tradicionalmente de cautela esperanzadora ante lo que pueda traer el nuevo gobierno.
La situación se torna más rara y preocupante si se toma en cuenta que algunos de los más espectaculares hechos han coincidido con el viaje 71 del presidente Leonel Fernández y el estreno en giras del presidente electo Danilo Medina.
A primera hora de la tarde de ayer dos hombres, presuntamente, intentaron atracar en el municipio de Maimón, provincia Monseñor Nouel, un camión de la empresa Philip Morris cargado de cigarrillos Marlboro. En el intento resultaron heridas tres personas, incluyendo un empleado de la cigarrillera.
El domingo último 14 hombres asaltaron la empresa Unipollo, ubicada en la comunidad Manga Larga, de Cotuí, entre La Vega y Santiago, llevándose un botín de 10 millones de pesos.
El mismo día otro grupo de hombres portando armas largas atracó la sucursal de la Cooperativa La Vega Real, en el municipio de Pimentel, San Francisco de Macorís, resultando herido el haitiano Jackson Javier, de 24 años, quien fue atropellado por el vehículo en que los asaltantes se transportaban.
A las 7:30 de la mañana del jueves 5 un grupo de individuos portando armas de fuerte calibre asaltaron un camión de la empresa minera Cerro Maimón que transportaba 19 tanques llenos de precipitado de oro y plata, con un peso de 2 mil 454 kilos y un valor calculado en cerca de 1.5 millones de dólares.
El asalto ocurrió en plena autopista Duarte, próximo al municipio Villa Altagracia, provincia San Cristóbal.
El 22 de junio el mensajero Saturnino Morillo fue asaltado a punta de pistola en el parque de la sucursal del Banco de Reservas de la avenida Winston Churchill y despojado de 2.5 millones de pesos, mientras que el 17 del mismo mes el chofer de un camión distribuidor de pollo también fue víctima de otro asalto en el tramo carretero Moca-Salcedo, donde fue despojado de más de 400 mil pesos.
Mientras que en Gurabo, Santiago, fue asaltado el supermercado Trébol. Los delincuentes cargaron con dinero en efectivo y bebidas valoradas en unos 300 mil pesos.
A lo antes señalado hay que sumarle otros hechos violentos que hacen el cuadro mucho más complejo, como es la situación que se vive particularmente en la provincia Monseñor Nouel, y sobre todo en el municipio de Bonao, que ha alarmado a todos los estamentos sociales.
Al respecto el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, dijo que el narcotráfico y sectores anárquicos están patrocinando la ola de violencia que se registra en la provincia Monseñor Nouel. “La Policía y el Ejército Nacional tienen el control de Bonao, y van a mantener la paz y la tranquilidad en la población a como dé lugar”, dijo.
Igualmente Santiago ha registrado un aumento en el índice de violencia que mantiene en estado de preocupación permanente a sus munícipes y autoridades.
Inseguridad
Los asaltos y atracos observados de mayo a la fecha llaman la atención debido no solo a la frecuencia conque suceden, sino que sus características indican que sus autores cuentan con los recursos y/o apoyo necesarios para la adquisición de las armas y la logística necesaria para garantizar su ejecución.
Ante la situación las autoridades han sido diligentes en declaraciones y para afirmar que todo está bajo control y que los hechos violentos son el producto de las acciones de grupos ligados al narcotráfico y/o delincuencia común.
Lo cierto es que en pleno período de transición los atracos y robos a mano armada se han incrementado, marcando al país con una terrible inseguridad ciudadana que se expresa en altísimos niveles de delincuencia y violencia que en poco más de un año ha dejado como resultado sobre los 3,000.
El clamor nacional revela que la situación es tal que la inseguridad ocupa los primeros lugares entre las preocupaciones de la ciudadanía, que siente temor hasta de su propia sombra.
De mayo a la fecha en vez de disminuir se han registrado mayores casos de muertes, robos y asaltos, al punto de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos alertó a sus ciudadanos sobre las probabilidades reales de ser asaltados a la salida del Aeropuerto Internacional de las Américas.
Mientras que instituciones como el Consejo Nacional de la Empresa Privada y la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios han apuntado que la inseguridad ciudadana y la violencia que hoy registra el país alejan capitales extranjeros que pudieran invertirse en República Dominicana.
Preocupa la actuación de la Policía Nacional
Al corolario de asaltos, atracos y robo a mano armada se añaden otros hechos que igualmente preocupan a la ciudadanía, como son las actuaciones de la Policía Nacional. A mediado del mes pasado el país fue testigo de una desmedida represión policial contra la población de Salcedo, que reclamaba que se aclarara el asesinato de un joven deportista. Los agentes policiales respondieron con tal fuerza que en vez de uno el resultado final fueron cuatro personas muertas.
Causó asombro la forma como un contingente policial sacó por la fuerza a un compañero del Palacio de Justicia de San Francisco de Macorís, mientras el domingo último un coronel impidió que un teniente esperara en una celda del Palacio de Justicia de la provincia Santo Domingo que se le conociera medida de coerción.