A partir del 16 de agosto próximo el presidente Leonel Fernández entregará a su compañero de partido, Danilo Medina, la antorcha de un país caracterizado por un índice elevado de inseguridad ciudadana, expresada en frecuentes muertes violentas y una amenaza constante del narcotráfico. Expertos en ambos temas cuestionan las políticas implementadas por el Gobierno, las que, a su juicio, no han permitido reducir la violencia ni la delincuencia y el auge de drogas sigue siendo preocupante.
Demanda de seguridad
En el 2005 el Gobierno contrató los servicios de la empresa internacional Newlink Research, representada por Eduardo Gamarra, quien a partir de experiencias asimiladas en otras naciones, diseñó el programa Seguridad Democrática que incluía el plan Barrio Seguro, para dar respuesta a la demanda de seguridad por parte de la población.
El proyecto piloto se implementó a partir del 31 de agosto de 2005 en el barrio Capotillo de la capital y, en principio, las estadísticas registraban una disminución de la criminalidad, pero luego la violencia resurgió en ese y otros sectores, por lo que a juicio de analistas y moradores de los barrios, el proyecto había sido un fracaso.
La inseguridad fue tal que los actos de delincuencia común se expresaban en asaltos y atracos a negocios y simples ciudadanos, muchos de los cuales perdieron vida en intento por despojarlos hasta de teléfonos celulares.
Se enviaron más policías a las calles y se clasificaron los sectores en “Barrios Seguros”, que además de contar con mayor presencia policial incluía el involucramiento de los moradores en actividades comunitarias, pero poco a poco fueron disminuyendo.
Ante las críticas de diversos sectores el propio Gamarra dijo que parte del problema fue la incapacidad de transformar la Policía: “Otro aspecto tuvo que ver con la falta de coordinación entre las instituciones a cargo de implementar el Programa de Seguridad Democrática. En particular, el plan sufrió de una seria falta de coordinación entre la Policía y el Ministerio Público e Interior y Policía”.
El origen del mal
El mayor general retirado y excoordinador general del Programa Policial de Integración y Seguridad Comunitaria (Poliscom) y de otras entidades de seguridad de la Policía, Juan Tomás Taveras Rodríguez, el problema se desprende de la desigualdad social, cada vez más creciente, la brecha entre ricos y pobres, provocada por el sistema político, la corrupción, el crimen organizado y la impunidad.
Afirma que el país está amenazado por la criminalidad ante limitaciones como la incapacidad para la aplicación y el cumplimiento de la ley; diversificación de dirección para los asuntos de seguridad que provoca una dispersión y dilación de los recursos.
Entiende que los recursos no están canalizados de manera institucional con estrategias comunes y consensuadas.
Agrega que otro factor es “la ausencia de políticas públicas y el desinterés del gobierno y de los funcionarios que les corresponde tratar los temas relacionados con la seguridad”.
Aunque para algunas personas el incremento de la inseguridad y de las muertes violentas guarda una estrecha relación con el narcotráfico, para el director de Casa Abierta” Juan Raddamés de la Rosa, no es así.
El dirigente de la entidad especializada en la prevención en el uso de drogas afirma que de ser así en países donde hay un mayor consumo de drogas, como es el caso de España y otros europeos, la criminalidad es menor que aquí.
“No solamente el tema de las drogas es que genera violencia porque también usamos el tema de las drogas como chivo expiatorio, aquí hay una serie de condiciones sociales, de precariedades de limitaciones de falta de empleo, deficiencia en educación en el sistema de salud. Tenemos una sociedad que es deficiente en casi todo”.
Indicó que el tema de la seguridad ciudadana tiene que ver con la inversión social del Estado y no sólo con acciones de la Policía, la DNCD o el Ejército.
“La seguridad ciudadana tiene que ver con la inversión que debe hacerse. Ojalá y el presidente Medina cumpla con su palabra de otorgar el 4% al sistema educativo”.
Sobre el narcotráfico
De la Rosa afirma que el Gobierno de Leonel Fernández y los que les antecedieron le dejan al gobierno entrante una de las intervenciones estatales menos efectivas, para no llamarle estrategia más desacertada en materia de drogas o más desconectadas de las que son las estrategias y visiones modernas del tema de drogas.
“No creo que haya una estrategia que permita bloquear el tráfico hacia el país, yo creo que más bien es una política de relaciones públicas, de exhibir cosas, pero en la práctica no ha mejorado el control de drogas por lo que hace la DNCD”, manifestó de la Rosa.
La utilidad de los aviones súpertucanos en RD
Para el director de Casa Abierta, más que una lucha contra las drogas el país lo que ha tenido es muchas declaraciones públicas en las que se alardea de éxitos.
Dice que los aviones súpertucanos solamente son útiles si hay otro arriba que esté vigilando y le avise que hay una aeronave en el área.
“Pero ese avión no lo tenemos, lo tenía Estados Unidos y se lo llevó, los aviones tucanos son ciegos, no tienen posibilidad de ser eficaces solos”, dijo.
Reacciones
Recuperemos nuestra soberanía como pueblo y obliguemos a nuestros políticos a hacer lo que dicen”.
Juan Tomás Taveras
Mayor general retirado de la PN
Danilo lo primero que debe hacer es una revisión y una autocrítica a la política antidrogas del Gobierno”.
Juan Raddamés de la Rosa
Director de Casa Abierta
