Boca Chica tiene particularidades que cualquier municipio con vocación de desarrollo quisiera tener. Exhibe un potencial turístico casi inigualable, con una de las mejores playas de la región del Caribe, y otros atractivos que de ser explotados al máximo situarían a esa demarcación como una de las más pujantes del país.
A esto aspiran sus autoridades y fuerzas sociales representativas. Pero antes deberá transitar el camino hacia la construcción de una imagen que deshaga la vieja concepción de un pueblo donde los visitantes nacionales y extranjeros son acosados por la prostitución (incluso infantil), y donde los delincuentes acechan noche y día a turistas o forasteros.
El alcalde de Boca Chica, Daniel Ozuna, es uno de los más interesados en lograr este cometido: garantizar el desarrollo integral y sostenido del municipio, y relanzarlo como un destino turístico seguro, atractivo y garante de la mejoría de vida de sus habitantes.
Sin embargo, la expansión lograda desde su creación en el año 2001, cuando su población era de 99 mil 508 habitantes, las limitaciones presupuestarias y la dificultad para cobrar los arbitrios municipales, en un país donde no existe cultura de pagos de este tipo de impuestos, plantean un gran desafío para los munícipes de esta jurisdicción.
Boca Chica tiene 148.64 kilómetros cuadrados y una población actual de 142 mil 19 habitantes. Padece un crecimiento desordenado con marcado pronunciamiento hacia la margen norte del municipio, fundamentalmente en predios pertenecientes al distrito municipal La Caleta, donde se levantan asentamientos humanos producto de la ocupación ilegal de terrenos estatales, conformados por habitantes que su mayoría apenas consigue para comer.
Proyectos
El Plan Estratégico de Desarrollo 2011-2016, consensuado por el cabildo de Boca Chica con diferentes organizaciones del municipio, ha discutido con carácter de seriedad la situación territorial y del turismo de esta localidad, que forma parte de las primeras demarcaciones creadas con la fundación de la provincia Santo Domingo.
La estrategia concebida para organizar el crecimiento municipal de forma planificada y pensada y con visión de futuro, sugiere desarrollar programas de ordenamiento integral que promuevan patrones equilibrados de ocupación y aprovechamiento del territorio. Igualmente, elaborar un plan integrado de recaudaciones de arbitrios que mejore las finanzas internas, los servicios y la inversión en obras sociales.
“Este municipio en las noches tiene una mala reputación. A medida que cae la noche, la ciudad ideal para las familias se transforma en una zona acosada por la prostitución. En los últimos años, el atractivo turístico de esta playa ha mermado significativamente, debido al deterioro que ha sufrido”, expone el Plan Estratégico de Desarrollo, que sirve de punto de partida a la alcaldía de Boca Chica, que recibe 9.2 millones de pesos mensuales y 1.7 millones de pesos por concepto de los arbitrios municipales.
Entre las amenazas detectadas en el diagnóstico social, económico y cultural que sirvió de base para la elaboración de este plan de trabajo, proyectado a seis años, resaltan la conformación de pandillas y puntos de drogas, el aumento de la delincuencia nacional y extranjera, la explotación sexual y comercial infantil, la arrabalización del territorio y el crecimiento desorganizado del municipio.
Pero el proceso expansivo del municipio ha provocado otro problema no menos preocupante para los habitantes de este poblado, situado a 30 kilómetros al este del Distrito Nacional. Se trata del saneamiento de las aguas residuales.
Informes de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Boca Chica (Coraabo) indican que el 50% de las aguas servidas en ese municipio va a parar al subsuelo, contaminando así al río subterráneo Brujuelas y consecuentemente a la playa, que es el principal activo de esa comunidad.
Y es que la planta de tratamiento no da abasto para el volumen de vertidos, como se estableció en las mesas de discusión para perfilar el Plan Estratégico de Desarrollo. La planta de tratamiento fue construida para una población estimada de 25 mil habitantes y el municipio tiene ya 142 mil 19 habitantes.
DECEPCIÓN
Daniel Ozuna
Alcalde de Boca Chica
Boca Chica tiene 32 hoteles, el puerto más moderno del país, un aeropuerto, un club náutico, una zona franca, 13 academias de béisbol de grandes ligas, restaurantes y un parque cibernético. “O sea, reunimos todas las condiciones para ser uno de los principales municipios del país. No obstante, hemos sido marginados por la mano generosa del Gobierno. Por eso, este municipio no está desarrollado a la altura que debe estar”, lamenta Ozuna.