Las propuestas de soluciones al problema del tránsito y el transporte en el Gran Santo Domingo giran en torno a dos objetivos, según sus actores: la creación de una entidad única que sirva de sombrilla a todas las organizaciones vinculadas y el diseño y aplicación de políticas de desarrollo que mejoren el servicio. Para algunos expertos y operadores de rutas del Gran Santo Domingo, la solución al problema debe partir desde el Gobierno con la participación activa de todos los sectores involucrados en el negocio.
Onésimo González, exdirector de Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) y especialista en planificación de tránsito, dice que lo primero que se necesita es una ley y luego una gestión que convierta el sistema en autosostenible económicamente. Puso como ejemplo Guatemala que resolvió un problema similar al nuestro con varias medidas como cambiar los carros del concho por autobuses. Dijo que en Guatemala, choferes y cobradores no utilizan dinero en efectivo sino que los pasajeros compran tarjetas prepago y hay instaladas cámaras en las calles y autobuses para reducir la delincuencia.
Asegura que una buena gestión hará que los actores del sistema de transporte tengan seguridad social “porque con las multas y los impuestos que se pagan hasta el Estado puede dejar de subsidiar”. Aboga porque sea el sector privado, con la fiscalización del Estado, que se encargue del transporte.
“Nosotros necesitamos una política de transporte que nos lleve a mejorar las condiciones de la actual flota, a educar a los choferes y cobradores permanentemente en seminarios y en escuelas que realmente funcionen al servicio del transporte público”, considera Ramón Pérez Figuereo, presidente de la Central Nacional de Trabajadores Unitarios (CNTU).
El presidente de Confederación Nacional de Trabajadores (Conatra), Antonio Marte, entiende que lo primero que se debe hacer para mejorar el tránsito es que las autoridades definan los roles de las entidades del transporte y coincide con la creación de una autoridad única como existe en otras naciones, “que no sean funcionarios come cheques”.
“Muchos dirigentes sindicales, que son vivos , que no tienen ni una tuerca en el transporte, no quieren orden y han logrado doblarle al brazo al Gobierno porque deja más exigirles a las autoridades a nombre de los choferes, chantajeando a los gobiernos a nombre de los choferes, que invertir en el transporte”, dijo el dirigente sindical.
Todos juntos
Juan Hubieres, presidente de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano), entiende que de nada sirve que se hagan planes y proyectos para organizar el transporte en el Gran Santo Domingo si no se involucra a los actores principales como los empresarios del sector. “Aquí nadie regula nada, aquí el único que regula es Amet poniendo multas y dando palos. La OTTT regula un poco, pero en términos reales no existe”, dice.
El vicepresidente de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Leonel Carrasco, explica que la solución a los males del transporte tiene varios frentes, en algunos de los cuales ya se está trabajando, como es el caso de una escuela vial que dirige el Fondo de Desarrollo del Transporte Terrestre (Fondet), en la cual se educa a los conductores para una nueva cultura.
“Se busca que un conductor no esté más de ocho años trabajando y que cuando vaya a sus labores no esté estresado, que esté en condiciones de manejar una guagua sin que eso implique poner en riesgo su vida ni la de otras personas ”.
Asegura que el Gobierno no tiene interés en desplazar a los actuales operadores del transporte, el único propósito es que haya un servicio de calidad y humano. l
Las terminales afuera de la ciudad: una solución
Dentro de las ideas para mejorar el servicio de transporte en la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, los distintos actores sugieren la creación de tres o cuatro terminales para autobuses interurbanos en las salidas hacia las regiones para que no tengan que entrar a la ciudad a engrosar el tráfico.
Se propone una terminal a la salida de la autopista Duarte; otra para el Sur y una en el Este y hacia Monte Plata por Villa Mella.
Esa es una propuesta contemplada en el programa del primer gobierno de la administración del Partido de la Liberación Dominicana, pero que nunca se ha ejecutado. Además, está la creación de un carril exclusivo para autobuses, que, aunque se creó conjuntamente con la Amet y la Omsa en 1997 para las unidades oficiales, se ha descontinuado.
Hacia una nueva cultura en el transporte
Modernizar el transporte implica cambiar la actual flotilla vehicular, mejorar las condiciones de las unidades para que contaminen menos, abaratar los costos operacionales de los vehículos con el uso de gas natural, más seguridad para choferes y pasajeros y mejorar la calidad de vida de los responsables de trasladar a las personas con mejor pago, seguro médico y planes de retiro.
Luis Alba, un estudioso de los temas del tránsito y el transporte, considera que una de las medidas que hay que adoptar es sustituir los “carros del concho” por minibuses, pero que para implementarlo se necesita una política de Estado.
Con ello se logra descongestionar las vías y reducir la contaminación y los pasajeros se trasladarían a mayores distancias pagando menos dinero. También habría más seguridad para los pasajeros.