Con la sentencia 025-2012, el Tribunal Superior Electoral (TSE), más que favorecer a Miguel Vargas Maldonado, manda al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) a explorar salidas a su crisis interna. Cuando todavía los ánimos siguen encendidos, después de los resultados electorales adversos, probablemente esta última sentencia del TSE tiende a obligar a un replanteamiento de los enfoques que, hasta ahora, han hecho los protagonistas del drama político.
Si bien es cierto que al dejar sin efecto las decisiones de la comisión política patrocinada por el sector de Hipólito Mejía, en la cual se suspendió a Vargas Maldonado como presidente del PRD, los magistrados del TSE lo reconocen como presidente legal del partido, también es verdad que la corriente encabezada por el expresidente cuenta, de momento, con importantes y numerosas figuras emblemáticas y una alta representación de quienes encarnan el relevo generacional. Ayer mismo, Vargas Maldonado emitió una declaración conciliatoria: “Nosotros hemos dado muestra de unidad en el pasado. Nos hemos sacrificado por la unidad del PRD y estamos dispuestos a trabajar por la unidad del partido”. Mientras, el sector de Mejía insistió en su discurso de rechazo a la decisión del tribunal, sin precisar qué harán de cara al porvenir. “La sentencia es crónica de una muerte anunciada, es una sentencia política”, apuntó Manuel -Licho- Matos, coordinador de prensa de Mejía.
Los grupos
Además de la presidencia del PRD y su representación legal, Vargas Maldonado cuenta con el respaldo de más de 20 diputados, alcaldes municipales; con perredeístas de larga data como Aníbal García Duvergé y Julio Maríñez, e intelectuales y académicos como Alejandro Abreu, Wilfredo Alemany, Nelson Marte y Eduardo Jorge Prats, entre otros. Entre los diputados que lo respaldan figuran Fiquito Vázquez, Víctor Gómez Casanova, Henry Sarratf, Aquiles Ledesma, Ruddy González, Giovanni Tejada, María Luisa Guzmán, Pío Carreras, Severina Gil, Vida de León, María Sánchez, Ramón Fernández, Isidro Rosario, Alejandro Aguirre, Ramón Santana, Luis Castillo, Virgilio Merán, Héctor Féliz, Lucía Alba, Ana Miledys Cuevas, Cándida Sánchez, José González, Radhamés Ramos García, Sonya Abreu, Rafael Abreu, David Herrera y Eufracia Santiago.
Del lado de Hipólito Mejía se han ubicado figuras como el presidente en funciones, Andrés Bautista, el secretario general Orlando Jorge Mera, la secretaria de Organización, Geanilda Vázquez, Milagros Ortiz Bosch, Alfredo Pacheco, Peggy Cabral viuda Peña Gómez, Hugo Tolentino Dipp, Ivelisse Prats de Pérez, Tony Raful, Fello Suberví, Eligio Jáquez, Chú Vásquez, Yanet Camilo, Digna Reynoso, Vicente Sánchez Baret, Ana María Acevedo, Enmanuel Esquea Guerrero, Héctor Guzmán y Yadira Henríquez, entre otros.
Igualmente se han colocado al lado de Mejía dirigentes que se proyectan como el relevo político dentro del PRD, como son Luis Abinader, Wellington Arnaud, Guido Gómez Mazara, Tony Peña Guaba, Farides Raful, David Collado, Andrés -Licho- Matos, Julio Cury, entre otros.
Es por ello que ante la sentencia del TSE el partido blanco se ve en la encrucijada de buscar avenencias para habitar la misma casa y convertirla en trinchera de real oposición, o profundizar las diferencias, en un proceso de desgaste de los dos grupos desde ahora hasta el año próximo, cuando está prevista la convención para elegir a las nuevas autoridades.
No hay que ser adivino para imaginar el impacto que tal proceder tendría para un partido que no sólo necesitaría recomponerse, para encarar los retos que significa la búsqueda del poder en el 2016, cuando desde ya su contrincante principal, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) está mostrando las garras del león, un Leonel Fernández que saldrá de la presidencia en agosto con altos niveles de aceptación popular.
Buscando salidas
Más de 15 vicepresidentes del PRD, entre cuyas figuras más visibles se señalan a Pedro Franco Badía, Eligio Jáquez y Peggy Cabral, buscan el consenso para una salida a la crisis del partido. Este planteamiento persigue evitar la dispersión. Entre estas personas se habla de adelantar la convención y elegir nuevas autoridades.
Vicepresidentes buscan adelantar la convención
Pero mientras los vicepresidentes buscan una salida a la crisis del PRD mediante el adelanto de la convención, toma cuerpo en la cúpula de ambos bandos la idea de que tal iniciativa podría perseguir sacar del juego a los dos líderes enfrentados.
Representantes que siguen la corriente de Vargas Maldonado se aferran a que el período para el cual fue escogido como presidente del PRD vence a finales de 2013, y estiman que cualquier acción en esa dirección podría correr el mismo camino y suerte que las convocatorias del Comité Político y el Comité Ejecutivo Nacional. Para éstos, las gestiones son una nueva variante en la intención de destituir a Vargas Maldonado de la presidencia del partido. Mientras, el sector Mejía no ha abordado formalmente esa vía.
Diferencias de Hipólito y Miguel son abismales
En el PRD parece haberse perdido la esperanza de que las dos principales cabezas de la organización puedan juntarse y consensuar una salida a la crisis interna. Hasta ahora, las posturas de Hipólito Mejía y Vargas Maldonado son irreconciliables, y las gestiones de mediación han fracasado.
La postura de Miguel Vargas Maldonado se ha visto fortalecida a la luz de las sentencias que, a su favor, ha emitido el Tribunal Superior Electoral, mientras que el expresidente Mejía se afirma en su convicción de que la fuerza orgánica del perredeísmo rechaza al actual presidente del partido por su actitud durante el recien finalizado proceso electoral.
Miguel
Hemos dado muestra de unidad en el pasado. Nos hemos sacrificado por la unidad y estamos dispuestos a trabajar por la unidad del partido”.
Licho
La sentencia del tribunal es la crónica de una muerte anunciada; todo es parte de un show político cuyo final ya se conocía desde antes”.