Santiago. En la pensión donde vive la menor de 16 años, muy pocos creen la versión de que fuera violada sexualmente y no conocen al cabo de la Fuerza Aérea que en venganza atacó al presunto violador.Ayer la magistrada Ingrid Liberato dictó un año de prisión preventiva contra Aneuris Domingo Abréu Castro, acusado de violar con un palo de escoba a Julio Ángel Martínez, en venganza por la presunta acción contra la menor. Se espera que en las próximas horas también sean dictadas medidas contra Martínez y Argenis Luna, quienes guardan prisión por alegadamente violar a la adolescente.
En la pensión ubicada en la calle 44, del barrio la Piña del sector Cienfuegos, los vecinos de nacionalidad haitiana dicen que sintieron ciertos gritos, pero no pueden identificar de qué se trató. El hecho sucedió a las 4:00 de la madrugada del sábado. “Yo lo único que sé es que ella era una especie de novia de Ángel y que siempre venía a beber a esa pensión”, expresó Roque Severino.
Versiones del hecho
Aseguró que los únicos gritos que se escuchaban eran los de vocear por la cantidad de alcohol ingerido. “Realmente no puedo decir si ella tal vez no quiso esta vez tener relaciones sexuales y ellos la obligaron”. Los vecinos aseguran que el nivel de desorden en dicha pensión es tal, que recientemente mataron a un haitiano y nadie sabe quiénes cometieron el crimen. Las versiones señalan que la menor labora en un billar de la barriada, donde se ha producido conflictos.
El esposo de Estefany Almonte, una vecina de la adolescente, era el antiguo novio de la menor y, según ésta, su vida sexual era activa. Al igual que los demás, no cree que pudiera darse ningún abuso sexual.
Otros prefieren guardar silencio. El caso es investigado por el Ministerio Público y la Policía.
Padres no quieren denunciar el hecho
Por el hecho fue apresado el sargento de guardia de la Policía, Vladimir Alcántara, quien permitió la entrada del cabo, quien se hizo pasar por capitán de ese cuerpo del orden. Los padres de la adolescente prefieren solucionar el caso sin tener que acudir a la justicia, aunque no explican las razones. En ese sector son frecuentes los casos de menores abusadas.