República Dominicana atraviesa por una situación de hambre seria, según el Índice Global del Hambre 2011, que cada año publica el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (Ifpri), de España, por lo que alcanzar la seguridad y soberanía alimentaria del país se presenta como uno de los principales retos del gobierno que a partir del 16 de agosto encabezará Danilo Medina.
En América Latina, República Dominicana solo es “superada” en situación de hambre por Haití, Bolivia y Guatemala.
La escala establecida por el Ifpri establece el escalafón de los países en situaciones de hambre. Va desde 4.9, para “Bajo”; 5.0 a 9.9, para “Moderado”; 10.0 a 19.9 para “Serio”; 20.0 a 29.9 para “Alarmante” y más de 30.0 para “Extremadamente alarmante”. La calificación de República Dominicana es 10.2.
Igualmente, definen el hambre como “las molestias asociadas con la falta de alimento”, mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) considera que una persona debe consumir unas 2.500 calorías por día y unos 60 gramos de proteínas; pero en República Dominicana la media general es de 2.310 calorías, mientras que la población subalimentada no alcanza el promedio diario.
De acuerdo con el análisis principal en pobreza de la unidad asesora de análisis económico y social del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, elaborado en 2010, más de 935 mil dominicanos viven en condiciones de pobreza extrema.
El mismo estudio dice que las cinco provincias más pobres del país son Elías Piña, con el 69.7% de pobres; Bahoruco (63.0%), Pedernales (60.4%), Azua (56.4%) e Independencia (54.9%), mientras que las menos pobres son el Distrito Nacional (16.8%), Santo Domingo (25.3%), Santiago (27.5%), La Altagracia (28.2%) y Puerto Plata (30.3%).
El campo
Los más diversos puntos de vista apuntan a que el sector agropecuario ha venido teniendo un pobre desempeño en los últimos años y, de acuerdo con las cifras del Banco Central, la participación del campo en el producto interno bruto se ha reducido de forma significativa en las últimas dos décadas.
La situación ha devenido en una baja capacidad competitiva por la que los agricultores no han podido diversificar y aumentar su oferta exportable, desaprovechando así escenarios como los tratados de libre comercio. En el caso del DR-Cafta (Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Estados Unidos y Centroamérica) la escasa competitividad del país se ha reflejado en desventajas en la balanza comercial.
Las distintas asociaciones de productores han planteado que a la baja rentabilidad, fruto de las distorsiones del mercado, han limitado la inversión privada y el financiamiento a la agropecuaria, lo que ha tenido como consecuencia una acentuada baja capacidad para satisfacer las demandas de alimentos.
A esto ha contribuido el hecho de que la dispersión de los productores agropecuarios constituye otra limitante al desarrollo de la agricultura, debido a que más del 80% de los productores tienen menos de 50 tareas y la pérdida de la capacidad de negociación.
Recientemente los productores agrupados en la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro) denunciaron que el sector agropecuario ha venido argumentando pérdidas millonarias
A pesar de ello, instituciones como la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), afirman que con el apoyo necesario, como es el acceso al crédito, los agricultores están en capacidad de garantizar la soberanía alimentaria del país.
Importación vs. producción
Al cuadro se suman denuncias de importaciones masivas de alimentos por encima de las cuotas autorizadas por el DR-Cafta, como es el caso del ajo, carnes de pollo, cerdo, arroz y habichuela.
La situación de pobreza del campo es explicable en el hecho de que el Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 reveló que de los 9.3 millones de dominicanos, más del 70% de la población reside en las ciudades, y menos del 30% en la zona rural.
Asimismo, tradicionalmente las acciones necesarias para garantizar el derecho a la alimentación y con ello la soberanía alimentaria se maneja políticamente, a pesar de que más del 30% de la población –según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)- no recibe la cantidad de nutrientes necesarios para afirmar que está bien alimentada.
La misma FAO ha señalado que generalmente en la República Dominicana la gente gasta entre el 40 y el 50% de sus ingresos solo en la adquisición de los alimentos exclusivamente necesarios para su supervivencia.
Danilo, comprometido con apoyo a productores
Ante la situación alimentaria del país y del campo, Danilo Medina se ha comprometido a implementar un amplio programa de financiamiento de invernaderos y plantas de empaque con el objetivo de incrementar la oferta exportadora, como parte de los esfuerzos de transformación del sector agrícola para convertirlo en moderno y rentable. Igualmente, a poner en vigencia la Ley 157-09 que establece el Seguro Agropecuario para fomentar las inversiones sectoriales y estimular la participación de la banca privada en el financiamiento agrícola.
Las cifras
500 millones
Los productores de pollo dicen que solo en abril perdieron RD$500 millones, en parte debido a las importaciones.
935 mil
Hasta 2010 el Gobierno calculó que 935 mil dominicanos viven en condiciones de pobreza extrema.