Con la privatización del ingenio Barahona en 1999 al Consorcio Azucarero Central, se ha incrementado de manera considerable el número de desempleados en las provincias que integran la zona cañera de la región Sur del país.
Habitantes en pueblos de las provincias Independencia, Bahoruco y Barahona, demarcaciones que comprenden la zona cañera de la región Enriquillo, salieron de la nómina del ingenio, que registraba una empleomanía que superaba las 7,000 personas cuando era propiedad del Estado. Esta cifra de desempleados ha generado un debate entre defensores de la capitalización del ingenio y quienes critican que la empresa haya pasado a manos privadas.
Ejecutivos del Consorcio Azucarero Central afirman que se ha producido un saneamiento en la nómina, donde de los 7 mil que aparecían como empleados, realmente trabajan 2,000 y el resto cobraba sin trabajar.
Andrés Mota, encargado de recursos humanos del Consorcio Azucarero Central, afirma que en la actualidad la empresa opera con 3,700 empleados, todos con ocupaciones y funciones específicas.
“Nosotros pagamos una nómina de más de 28 millones de pesos mensuales, en época de zafra”, dijo Mota.
El ejecutivo asegura que la mayor parte de esos empleados son de los bateyes, donde la pobreza es extrema y además existe una gran migración de haitianos.
“Tenemos una población altísima de haitianos trabajando. El corte de la caña no lo hacen los dominicanos, hace tiempo que los dominicanos dejaron de cortar caña y déjame decirte que el promedio que se gana un picador de caña en época de zafra es entre tres y cuatro mil pesos semanales”, afirma.
Migración a otras regiones
Pero, para pobladores de Barahona, la privatización del ingenio no ha sido beneficiosa por el incremento en la tasa de desempleo. Expresan que habitantes de comunidades como Cabral, Duvergé, Peñón, Tamayo, Uvilla, Cristóbal y otras localidades han tenido que emigrar a Santo Domingo y pueblos de otras regiones del país donde pueden conseguir ocupaciones mejor remuneradas.
“Aunque hay menos cantidad de mano de obra o personas que cobraban en el ingenio Barahona, yo creo que la capitalización valió la pena porque se ha recuperado el ingenio Barahona”, señala el periodista Teudy Sánchez, nativo de la llamada Perla del Sur. Sánchez agrega que a pesar de la baja en los puestos de trabajo, la población está conteste en que la capitalización ha sido beneficiosa.
Cifra récord
Con menos manos de obra, el Consorcio Azucarero Central cerró la zafra con una producción de 72 mil toneladas métricas de azúcar, una cifra récord para el único ingenio que ha sobrevivido a la capitalización. Con esta producción, el ingenio Barahona, que molió 700 mil toneladas de caña en su más reciente zafra, se convierte en el segundo más grande del país. Para la época en que el Consejo Estatal de Azúcar administraba la empresa, tenía que atender la mayoría de las demandas de los pobladores de las comunidades que componen los campos de caña.
Eso provocó el colapso. El ingenio era tratado como el “papá” de estos pueblos, hacía funciones que le competían al Instituto Nacional de Aguas Potables (Inapa), a Obras Públicas, Salud Pública y a la Corporación Dominicana de Electricidad.
Pese a estos logros que muestran los nuevos administradores de consorcio productor de azúcar, entre pobladores quedan añoranzas de los tiempos en que el ingenio Barahona pertenecía al CEA.
En el ingenio Barahona existía el mejor taller de metalmecánica del Caribe, donde se podía fabricar cualquier pieza de un vehículo.
El Consorcio Azucarero Central es la empresa que más empleos genera para los habitantes de la región sur.
Opiniones
la empresa opera con 3,700 empleados, todos con ocupaciones y funciones específicas”.
Andrés Mota
Encargado de Recursos Humanos
Yo creo que la capitalización valió la pena porque se ha recuperado el ingenio Barahona”.
Teudy Sánchez
Periodista
