La menopausia trae cierta libertad a la vida de la mujer. Por ejemplo, no tiene que preocuparse más por su período o de quedar embarazada. Sin embargo, la deficiencia de estrógenos asociada con la menopausia puede conducir a diversos cambios en su cuerpo.Dentro de los síntomas que causa la deficiencia de estas importantes hormonas se encuentran los bochornos o sudoraciones nocturnas, una sensación repentina de calor que se esparce por todo el cuerpo, particularmente en la cabeza, rostro y pecho, síntoma característico de la menopausia. Frecuentemente son acompañado, por enrojecimiento (por ejemplo, el rostro se puede enrojecer) y puede ser seguido de un escalofrío. Los bochornos, si ocurren durante la noche, pueden interrumpir su sueño.
El tejido de la vagina necesita estrógenos para permanecer lubricado y elástico. La caída de los niveles de estrógenos en la menopausia puede causar atrofia vaginal (adelgazamiento y pérdida de elasticidad). Esto frecuentemente conduce a la sequedad vaginal, lo cual puede hacer que las relaciones sexuales se tornen dolorosas o incómodas. Además, pueden presentarse ardor, comezón, flujo y sangrado vaginal ocasional.
La deficiencia de estrógenos asociada con la menopausia puede causar que la uretra y la vejiga se atrofien. Como resultado de esto, se puede sufrir problemas urinarios, tales como un incremento en la necesidad de orinar, dolor o ardor durante el acto de orinar, descargas de orina cuando se tose o se ríe (incontinencia por estrés) , o infecciones de la vejiga.
Para muchas mujeres, la deficiencia de estrógenos está también asociada con trastornos psicológicos. La mujer tiende a sentirse angustiada o ansiosa o experimenta cambios del estado de ánimo.
Otros riesgos
Antes de la menopausia, los estrógenos ayudan a proteger contra las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, después de la menopausia, cuando los niveles de estrógenos disminuyen, esta protección se pierde. De hecho, la enfermedad cardiovascular es la causa principal de muerte entre las mujeres posmenopáusicas.
La pérdida de estrógenos en la menopausia también está asociada con cambios en sus niveles de colesterol. La deficiencia de estrógenos ocasiona que los niveles de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) -el colesterol “bueno”- disminuyan y que los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL)- el colesterol “malo”- se incrementen. Estos cambios pueden conducir a aterosclerosis (bloqueo de las arterias), ataque cardíaco y accidente cerebro-vascular.
También existe un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, enfermedad caracterizada por la disminución de la masa ósea y por una mayor probabilidad de sufrir una fractura. Las zonas más comunes donde las fracturas ocurren son la cadera, columna vertebral y muñeca. Si se presenta la osteoporosis en la mandíbula puede ocasionar pérdida de piezas dentales.
Las evidencias sugieren que la pérdida de estrógenos asociada con la menopausia puede contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, una enfermedad progresiva que ataca al cerebro y ocasiona un daño en memoria, pensamiento y comportamiento.
Consecuencia
La falta de estrógenos en la menopausia favorece la aparición de la obesidad, que afecta al 10-20% de las mujeres.
Consejo
Una alimentacion adecuada puede minimizar los síntomas de la menopausia y disminuir sus efectos negativos.
