Con frecuencia, las personas suelen idealizar a las figuras de la televisión y las colocan en un plano superior, más allá de lo humano. Siempre están bellas y sonrientes, sin mayores problemas que llevar cada día la propuesta ideal para seguir contando con el favor de la audiencia.
Nada más lejos de la realidad. El de la comunicación es un trabajo más y, como tal, quienes lo ejercen son seres humanos, con las mismas necesidades, inquietudes y sueños que el resto de los mortales. Así también lo entiende José Luis Santos, quien desde el año 1987 es conocido en el mundo del espectáculo, como Jochy Santos.
Con Jochy conversamos sobre algunos aspectos de su vida personal y profesional, en la cual recordó los días de su inquieta infancia jugando en las tranquilas calles del sector capitalino Don Bosco, donde creció.
Viajó un poco en el tiempo para recrear sus años de estudios bajo la estricta educación salesiana que recibió, pero también, el viaje por su vida lo llevó hasta aquel memorable Día de Reyes, cuando junto a su cama encontró el inolvidable traje de vaquero, con sombrero y pistola incluidos, que hasta el sol de hoy recuerda como el mejor de todos sus reyes. Pero, como ser humano al fin, no es ajeno a la tristeza y el dolor, sobre todo, cuando la tristeza se queda en el alma tras la partida de un ser querido.
Jochy, que es el segundo de los cuatro hijos procreados por el matrimonio de Luis y Álida, afirma que si le tocara definirse con una palabra esta sería “Constancia”. “No soy una persona de estar cambiando de un lugar a otro. Soy muy constante y perseverante”. Su llegada a la televisión marcó el inicio de los programas en vivo a altas horas de la noche, algo a lo que los dominicanos no estaban acostumbrados, pero que pronto concitó la atención del público. Ese fue sólo el comienzo, lo demás es historia.
1. Otros tiempos
Recuerdo la pasividad y tranquilidad de los días de mi infancia, en el sector Don Bosco, que no es la vorágine que estamos viviendo en la actualidad. Uno tenía muchos lugares para jugar, nosotros teníamos unos solares donde siempre íbamos a jugar pelota. Extraño esa vida tranquila que lamentablemente no conseguimos hoy en día.
2. Un niño tranquilo
Aunque parezca increíble de creer, yo fui un niño muy tranquilo. La gente piensa que yo era muy travieso, todo el mundo tiene esa idea, pero no, en realidad yo era bastante tranquilo. Aunque aparente otra cosa.
3. ¡Ay Dios mío, qué vecina!
Ahora mismo no recuerdo su nombre, pero teníamos una vecina terrible. Esa señora desaparecía todas las pelotas que caían en el patio de su casa. Nunca se me olvida que cada vez que estábamos jugando pelota y la bola caía en su patio, aparte de darnos unos tremendos boches, ni muerta nos la devolvía. Era una de esas personas que no entendía que esa eran cosas de muchachos.
4. El estudiante
Toda la vida estudié en el colegio Don Bosco, que es el colegio de la barriada. Imagínate tú, esa formación salesiana que era bastante rígida en ese momento y que fue de vital importancia, porque nos ayudó mucho en la formación que uno pueda tener hoy en día. Los padres salesianos, que siempre han trabajado más directamente con la juventud, eran muy estrictos, no sólo en el tema de la educación, también en el tema de la higiene y la disciplina. Todo eso fue muy importante para nuestra formación.
5. Un adiós a destiempo
Lo más doloroso que nos ha pasado a nosotros como familia, es la muerte de mi hermana. Su muerte ha sido el dolor más significativo de nuestras vidas. Nosotros, gracias a Dios, hemos sido una familia muy unida, longeva y de muy buena salud; por eso, su partida es algo que nos lacera a todos, a sus hermanos y a nuestros padres. Ese ha sido el momento más difícil que hemos pasado como familia.
6. El Show de la Noche
Mi entrada a la televisión se produjo en 1987, cuando junto a J. Eduardo Martínez iniciamos el programa el Show de la Noche, que se hacía en Teleantillas y fue un programa que me marcó mucho en lo profesional. Fue un espacio que rompió con los parámetros de la televisión habitual en la República Dominicana, porque era un programa en vivo, que se transmitía a las 11 de la noche, cuando no había cultura de programas de esa naturaleza. Ese fue el inicio de mi carrera, de ahí pasé a otros programas de radio y de televisión.
7. Eso no fue muy divertido
Para nosotros fue muy doloroso tener que sacar del aire El Show de la Noche. Fue muy duro porque ese era un proyecto personal y después de cierto tiempo en el aire tener que sacarlo, porque ya no era rentable, fue muy triste. Fue una decisión difícil, como también fue muy difícil cuando tuvimos que salir de Telecentro por la situación que se presentó allá, con el embargo. Todo eso me afectó en lo personal, porque yo no soy una persona de estar cambiando de un lugar a otro. Soy muy constante y perseverante.
8. Mis mejores Reyes
¿Cómo olvidar ese traje de vaquero que me trajeron los Reyes Magos? Recuerdo ese traje que traía sus pistolas de mito, su sombrero y su chaleco. Eso era lo último en esa época, porque como a uno lo criaban con el tema de los vaqueros y los indios. Ese traje se convirtió en una joya, no me lo quería quitar.
9. Ejemplo de unión
Mis padres conforman una pareja muy unida, llevan 61 años de casados, son un ejemplo para nuestra familia y para la sociedad. Ellos representan una institución que hoy en día se hace muy difícil de igualar por los problemas y conflictos que se generan en nuestra sociedad. Ellos se tienen mucho respeto el uno al otro. Su unión y su amor son el mejor legado que ellos nos pueden dejar a nosotros sus hijos.
10. Divertido, pero no siempre
Yo soy muy divertido, muy alegre. Soy una persona muy fácil de llevar, muy sencilla, pero eso no quiere decir que me estoy riendo todo el tiempo, porque la gente piensa que uno está muerto de la risa 24/7 y no es así. Mira, nosotros tenemos dos programas, uno diario de radio, con tres horas y media de transmisión y el de televisión, de tres horas de transmisión semanal, ambos en vivo. Además, terner que mantener una empresa donde tienes cerca de 40 empleados, entonces no todo es color de rosa. No todo puede ser risa, y en algún momento tienes que asumir la posición de jefe, de gerente y eso no es un relajo.
La unión familiar es su mayor tesoro
A pesar de las largas jonadas de trabajo, Jochy siempre busca espacio para compartir con la familia. “Siempre nos reunimos, no necesitamos de una fecha especial, ni ninguna celebración. Somos muy unidos”. También confiesa que una de las actividades que más disfruta es la lectura. “ En mis ratos libres me gusta leer, disfruto la buena lectura”. Como productor de televisión, también la disfruta como televidente, no sólo como un entretenimiento, sino como él mismo afirma, “ Uno trabaja en esto y tiene que saber lo que hay en el medio para estar al día”.
En cuanto a la vida en familia asegura que la de sus padres es una pareja basada en el amor, la unión y el respeto, “es una de esas instituciones que se mantienen en el tiempo. Ellos son un ejemplo para nosotros”. En su entorno no faltan las fotos familiares, los libros de arte y, por supuesto, una amplia colección de premios Casandra, “y los que faltan”, dice con una sonrisa.