Radhamés Jiménez Peña, Procurador General de la República, nació en un campito de la Loma de los Jiménez, en Cayetano Germosén, enclavado donde se unen Moca, La Vega y Salcedo, lo que le facilitó, desde niño, tener un constante contacto con la naturaleza. Desde pequeño manifestó una sensibilidad muy marcada por la conservación del medio ambiente. Se conmovía al presenciar cuando cortaban un árbol o mataban algún animal “porque sentía que era algo con vida que estaban eliminando”.
Por eso, cuando llegó a la universidad (UASD) a estudiar Derecho (que no guarda relación con el medio ambiente) se interesó mucho en la materia de Criminología, que hablaba brevemente del delito ecológico. Eso llamó poderosamente su atención, al punto que decidió hacer su tesis sobre el tema, la cual tituló: “Delito ecológico en República Dominicana”.
Años después, ya graduado, amplió la bibliografía que tenía de su tesis y la convirtió en el libro “Derecho Ambiental y Delito Ecológico en República Dominicana”. Su familia era reformista, que rayaba en el fanatismo del balaguerismo, dice, razón por la cual fue considerado como la oveja negra cuando decidió seguir a Juan Bosch. “En mi casa me decían que me olvidara de eso que estaba perdiendo mi tiempo, que Juan Bosch no iba para ningún lado.
Yo les respondía que lo hacía no porque vaya o no vaya, lo hacía porque creía en eso”. Así como creyó en el futuro político de Leonel Fernández, aún cuando, luego de haber sido candidato a la vicepresidencia, prefería mantener la política tangencialmente y fortalecer la oficina de abogados que tenían en la calle El Conde, en ese entonces, Leonel, Margarita Cedeño y el propio Radhamés.
1. Un balance
Al hacer un balance de mis ejecutorias del 2011, me satisfacen los logros alcanzados, entre los que destacó el fortalecimiento de la Carrera del Ministerio Público, que completó una matrícula de más de 800 fiscales que ofrecen servicios en los diferentes distritos judiciales. Así también, el desarrollo alcanzado por el Modelo de Gestión Penitenciaria, que cuenta con 16 centros de corrección y rehabilitación, y 24 fiscalías que funcionan dentro del Nuevo Modelo de Gestión a nivel nacional.
2. Mi inclinación política
Mi inspiración en la política me la dio, a través de sus obras, el profesor Juan Bosch. Desde que estaba en la primaria comencé a leer literatura y comencé a leerlo. Una paradoja, porque mi padre era una persona muy reformista y sobre todo un admirador, que rayaba en lo fanático, del doctor Joaquín Balaguer. Leyendo a Juan Bosch, me fui inclinando hacia él. Sentía que me estaba absorbiendo, hipnotizando.
3. Mis inicios en la política
Ya en el bachillerato ingresé al PLD, a través de un círculo de estudio, tenía dieciséis años y grandes contradicciones a nivel familiar, contradicciones de respeto. Me decían que estaba perdiendo mi tiempo, que eso no iba para ningún lado, que el pobre Juan Bosch…Yo le contestaba que lo hacía no porque vaya o no vaya, sino porque creía en eso. Toda mi familia o era reformista o era perredeísta. Yo era la oveja negra y decían: ‘este muchachito no va para ningún lado’.
4. Cuando murió mi padre
Ese fue uno de los momentos más difíciles para mí. Soy lo que soy hoy por el esfuerzo de mi padre, quien siempre me decía: ‘te dejaré una profesión, porque lo material se consume’.
5. La pela que nunca olvido
Cuando tenía ocho años, cursando el tercer grado de la primaria, me cogió con ir a bañarme al río, y luego deslizarme por las barrancas junto a amiguitos y primitos. La profesora, que era mi prima, advirtió mi comportamiento y se lo dijo a mi padre. Mi padre me dio una pela tan fuerte que tuvo que ponerme luego cebo de flande. Hasta ahí llegó la jugadera y de ahí en lo adelante me convertí en el mejor de la clase. A los 17 años me gradué de bachiller y a los 23 de abogado.
6. Cuando conocí a Leonel
Cuando vine a la ciudad a estudiar Derecho en la UASD, ya pertenecía al PLD. A través de un primo mío conocí a Leonel (Fernández). Estando en el Colegio Universitario le manifesté a Leonel, quien ya era abogado, mi decisión de estudiar Derecho. Él me prestaba folletos, con los que yo estudiaba. Conmigo estudiaba Mario Emilio Pérez, aunque con diferencias de edades y surgió entre nosotros una gran amistad que todavía se mantiene. Recién graduado, Mario Emilio me consiguió trabajo en la Secretaría de Educación, a través de su esposa doña Ivelisse Prats, a quien le guardo gratitud.
7. Cuando nos independizamos
Leonel y yo estuvimos con Abelito (Rodríguez del Orbe) hasta el 1995. Ya Leonel había sido candidato a la vicepresidencia. Decidimos salir de El Conde (donde estaba la oficina de abogados) por ser poco accesible. Tratamos de convencer a Abelito para irse con nosotros, pero no quiso. La relación siempre la mantuvimos porque Abelito ha sido para nosotros como un padre, fue quien nos abrió las puertas, tanto a Leonel como a mí. Nos mudamos al sector Naco donde aún estamos.
8. Cuando ganamos en el 1996
El triunfo de 1996 constituye un momento inolvidable, porque antes de nosotros irnos de El Conde, nos reunimos los tres, Leonel, Margarita y yo para evaluar nuestro futuro profesional. Leonel había tomado la decisión de fortalecer la oficina de abogados y la política mantenerla tangencialmente, porque él estaba seguro que en los siguientes comicios Peña Gómez saldría electo presidente. Margarita estuvo de acuerdo.
Yo no. Él decía: “eso es perder el tiempo, ¿quién le va a ganar a Pena Gómez? Le dije, vamos a luchar, primero para que usted sea el candidato del PLD. Yo le dije: profesor, nosotros ganamos como quiera. Si usted pierde, ganamos, porque ya va a tener una proyección nacional y eso lo posicionará como abogado, y si ganamos, mejor. Y yo creo que ganamos. Tuve que insistir mucho para convencerlo a él y a Margarita, que conformaba la oficina de abogados con nosotros.
9. Privatización de los aeropuertos
Estando en la Dirección General Aeroportuaria encabecé la privatización de los aeropuertos dominicanos. Me tocó conciliar los intereses del sector público con los intereses del sector privado. Encontré casi tres mil empleados que estaban en una especie de incertidumbre, logré remozar las finanzas en el año que estuve como director y eso me dio la posibilidad de liquidar a todos y cada uno de los empleados del Departamento Aeroportuario, con sentido de equidad.
10. Mi recuerdo ecológico
Recuerdo, estando en la Dirección General Aeroportuaria, una jornada de reforestación que llevamos a cabo en las lomas de Villa Altagracia. Estuvimos cinco días sembrando. Hemos participado ya en varias jornadas de reforestación y hemos fortalecido la Procuraduría General de Medio Ambiente. l
El mayor honor: el deber cumplido
El abogado no puede esconder lo orgulloso que se siente de sus logros como funcionario y como jefe del Ministerio Público. “En término de lo que conlleva la persecución en materia criminal como una de las responsabilidades fundamentales del Ministerio Público, destaco la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico, el sicariato y el lavado de activos.
Me llena de satisfacción el trabajo desarrollado a favor de las víctimas de los diferentes delitos penales. De manera especial, las acciones contra la violencia de género e intrafamiliar y la creación de nuevas unidades para ofrecer asistencia a las mujeres afectadas.
La política de persecución del Ministerio Público se ha centrado en una persecución penal estratégica, focalizada e inteligente, tendente a devolverle a la sociedad dominicana la tranquilidad y la seguridad de que tiene una institución que está respondiendo a los requerimientos y a las responsabilidades que la Constitución y las leyes han puesto a su cargo”.
El líder
Mi inspiración en la política me la dio, a través de sus obras, el profesor Juan Bosch. Desde que estaba en la primaria comencé a leerlo”.
La justicia
Como procurador, me llena de satisfacción el trabajo desarrollado a favor de las víctimas de los diferentes delitos penales”.