El silencio del camposanto sólo es interrumpido por el mugir de las vacas que pastan entre los matorrales. La maleza, que crece sin control entre las calles y los pasillos internos del Cristo Salvador, evidencia el abandono y descuido en que se halla sumido el cementerio ubicado en el municipio de Santo Domingo Este.
La situación es aprovechada por algunos dueños de ganado de la zona que sueltan los animales para que se alimenten entre las tumbas.
No sólo las vacas aprovechan la dejadez de las autoridades municipales. Las polvorientas calles, que asemejan a caminos vecinales también son usadas por los supersticiosos para hacer hechicería.
Tres monedas dentro de un pequeño círculo de tierra, que simboliza un rito satánico fueron halladas ayer por un “limpia tumba” en la calle de acceso principal, quien dijo a reporteros de elCaribe que es común hallar “trabajitos” parecidos en toda la extensión del cementerio.
Situación se complica con lluvias
Cuando llueve, la situación empeora debido al lodazal que cubre por completo los caminos plagados de hoyos, volviéndolos impenetrables y donde se quedan atrapados los vehículos que se arriesgan a entrar.
En cuanto a las tumbas, muchas han sido profanadas por desaprensivos que aprovechan para robar los ataúdes, así como las flores y velones dejados por los familiares de los fallecidos.
Los nichos que se encuentran limpios es gracias a los esfuerzos individuales de los dolientes que acuden en días especiales a adecentar las bóvedas de sus familiares, como el pasado Día de las Madres celebrado el pasado domingo.
“Esto es un desastre, la limpieza de un cementerio no puede estar así, pero las autoridades no hacen caso. ¿Tú crees que una tumba debe estar así? Un un cementerio que es el último descanso de una persona debe estar limpiecito”, dijo Tomas Suárez, quien acudió a enterrar un amigo.
En esto coincidió Evarista Sánchez, quien afirmó que deberían poner atención al caso. “Aquí deberían hacer las calles, uno no puede entrar tranquilo aquí con el yerbazo”.
Son comunes los atracos y robos a plena luz del día
“Si usted viene aquí sola tiene que cuidarse porque a cualquier hora atracan a la gente, yo vine a la tumba de mi mamá y me quitaron una cadena”, dijo una señora. Pese a que durante el día es común encontrar algunos “zacatecas” o albañiles en las maltrechas calles, la maleza propicia que los desaprensivos se escondan en ellas para cometer sus fechorías.