La sociedad pasará casi cuatro años sin caravanas, afiches, bandereos, insultos, contaminación propagandística y otros elementos irritantes de las campañas.Por mandato de la Constitución promulgada el 26 de enero del 2010, las elecciones para elegir al Presidente y los alcaldes y legisladores se unificarán en 2016, retomando una tradición que se rompió en 1996, a raíz de la crisis política generada dos años antes por el fraude electoral que el presidente Joaquín Balaguer ejecutó contra José Francisco Peña Gómez y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Entonces, Balaguer tuvo que reconocer las irregularidades y gobernar sólo la mitad del período. Así, con un Pacto por la Democracia, se dio la separación.
Las fechas exactas de las elecciones venideras están contempladas en el artículo 209 de la Constitución: el tercer domingo de febrero la ciudadanía escogerá a los alcaldes y alcaldesas, y el tercer domingo de mayo al presidente, vicepresidente, representantes legislativos, y parlamentarios de organismos internacionales.
En caso de que ninguno de los candidatos a la Presidencia obtenga el 50% más 1 de los votos válidos emitidos, se realizará una segunda vuelta electoral durante el último domingo de junio, con los dos candidatos más votados en la primera ronda. Por supuesto, esto pasará si los partidos no cambian las reglas de juego.
El porvenir
La pasada contienda por la Presidencia de la República duró más de un año y generó gastos aún no cuantificados (sólo la Junta Central Electoral entregó RD$1,403 millones a los partidos). Varios candidatos, con Hipólito Mejía a la cabeza, dicen que para respaldar a Danilo Medina y al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el presidente Leonel Fernández provocó un déficit cercano a los RD$60 mil millones en las cuentas públicas.
Como observador local de la contienda, Participación Ciudadana calificó de extenuante y altamente costoso el proceso, a la vez que aprovechó para solicitar que en una próxima ocasión la Junta evite que los partidos inicien el proselitismo antes del momento estipulado en el artículo 6 de la Ley Electoral (275-97): como mínimo, 90 días previos al certamen.
“Campañas tan extensas y sin regulación contribuyen a radicalizar los sectarismos partidistas, profundizando las dificultades de concertación para quienes resulten electos. Se dividen las familias, los vecinos, los compañeros y compañeras de trabajo”, afirma la institución no partidista.
Asamblea fijó el evento el tercer domingo de mayo
Desde 1974, las elecciones se celebraban el 16 de mayo de cada cuatro años, para contrarrestar el recuerdo de que, ese mismo día, pero de 1930, Trujillo inició mediante comicios fraudulentos su dictadura. En la reforma constitucional de 2010, la Asamblea Nacional Revisora fijó el evento en el tercer domingo del mismo mes para evitar que cayera en día laborable. De esta forma, se garantizó que la ciudadanía ejerza su derecho al voto.