Quienes pensaron que el nacimiento de Lady Gaga significaba la muerte de Madonna, tendrán que reconsiderar.
Nuevamente, y a la no tan temprana edad de 53 años, la «Chica Material» vuelve a sorprender con otra de sus múltiples reinvenciones. Después de casi cuatro años de relativa oscuridad, Madonna regresa a la luz pública con múltiples proyectos.
El primero de ellos es el estreno de «W.E.», su segunda película como directora (después de «Filth and Wisdom» en 2008), que recuenta dos historias de amor paralelas, una de ellas el controvertido romance entre la divorciada Wallis Simpson, (W) y el rey Edward VIII (E), que resultara en su renuncia al trono británico, en 1936. Además de dirigir la cinta, Madonna compuso, con Jimmy Harry y Julie Frost, la canción «Masterpiece», por la que ganó el Globo de Oro en esa categoría.
El 5 de febrero millones de admiradores pudieron verla cantar en el Super Bowl, en su gran «comeback». Además, está la llegada de «MDNA», su primer álbum desde 2008, saldrá a la venta en este mes de marzo.
Cuando en 1983, el popular programa de televisión conducido por Dick Clark le preguntó a una incipiente cantante pop que se hacía llamar Madonna, dónde esperaba estar en 20 años, ella respondió: «dominando el mundo». La realidad fue que esto lo consiguió en menos de dos años. El encuentro con ella fueron durante la promoción previa al estreno de «W.E.» y a raíz de su triunfo en los Globos de Oro.
1. Felicitaciones por haber ganado Mejor Canción. Elton John parece haberse molestado.
Gracias (ríe). Espero que en los próximos dos años vuelva a hablarme. Es bien sabido que se enoja conmigo. No sé. Él es brillante y yo lo adoro. Ganará otro premio, de modo que no me siento muy mal.
2. En cuanto a «W.E.», ¿qué fue lo que te interesó en contar dos historias de amor paralelas?
Necesitaba a un personaje con un punto de vista. No me interesa hacer películas biográficas porque la vida de una persona es tan compleja que es imposible reducirla a dos horas. Tuvo más sentido para mí contar la historia a través del punto de vista de otra persona. Además, la verdad es muy subjetiva. Puedes leer 100 libros sobre una persona y terminar con 100 puntos de vista diferentes. Por eso creé al personaje de esta joven obsesionada con la historia de la Duquesa de Windsor. Eso me dió mas libertad para contar.
3. ¿Tienes la misma seguridad dirigiendo una película que preparando uno de tus elaborados espectáculos en el escenario?
Bueno, parece que hay una enorme distancia entre cantar y bailar en el escenario y hacer una película, y desde luego la disciplina es completamente diferente. Cuando preparo mi show estoy involucrada en todos sus aspectos, chequeando el decorado, el vestuario, los botones, los peinados y el maquillaje de los bailarines; las luces, la proyección trasera, la coreografía… Mucho de eso es parte también de hacer una película. Soy una persona orientada a los detalles y me gusta pensar que soy también una visionaria.
Para W.E. pasé mucho tiempo con mi camarógrafo, enseñándole muchas películas y preguntándole sobre lentes. Fui una estudiante en todos los aspectos de hacer cine, aprendiendo toda la información posible de un equipo con increíble experiencia y talento.
4. ¿Era el personaje de Wallis Simpson uno que siempre te había intrigado?
Investigando la vida y la historia de Wallis, ella se convirtió en un ser humano mucho más completo para mí. Antes, mi conocimiento era muy limitado, sabía solamente lo obvio: que el Rey Eduardo VIII abandonó su poderosa posición por la mujer que ama. Eso despierta tu curiosidad. ¿Por qué tuvo que abdicar? ¿Por qué no pudo tener las dos cosas? ¿Qué había en ella?
5. ¿Y qué fue lo que descubriste?
Generalmente ella estaba reducida a un ser humano muy superficial, que estaba solamente interesado en comprar vestidos, en lucir joyas caras, y en asistir a elegantes fiestas. Mi investigación descubrió que ella fue en realidad una mujer muy compleja y complicada, víctima de sus circunstancias, solitaria, en busca de amor y felicidad, que deseaba desesperadamente tener un trabajo y una carrera, que se sintió terriblemente no comprendida; especialmente cuando ella y su marido fueron exiliados, y nunca tuvo la oportunidad de defenderse. Por el resto de su vida recibió miles de cartas llenas de odio, de gente que realmente creía que había destruido el Imperio Británico. ¿Puedes imaginarte el dolor que esto le causó, y lo que sufrió? Ella vivió lo mejor que pudo ante las circunstancias.
El «fabuloso» mundo de la fama
Madonna está clara de que ha tenido que pagar un precio muy alto por la fama, aunque ama retarse constantemente como artista y eso nunca cambiará. Sobre la percepción que nosotros, el resto de los mortales podemos tener de la fama, nos dice: «Cuando alguien se convierte en una figura pública o icónica, pierde sus características humanas, tiene solamente una dimensión. Nos olvidamos que son seres humanos, que se cansan, que se deprimen, que suben de peso, que sufren desilusiones amorosas, que sienten…».
6. ¿No crees entonces que haya sido su culpa que el rey abdicara?
No. Yo creo que ella hizo lo posible para que no abdicara. Quiso dejarlo, alejarse, decir que no quería ser parte de todo eso, pero él no quiso dejarla. ¿Y qué puedes hacer cuando un hombre deja un imperio por ti? Tienes que hacerlo sentirse como un rey por el resto de su vida (ríe). Y eso es prácticamente imposible. También creo que, como dice en sus cartas, ella se sintió encarcelada por ese amor.
7. ¿No es eso también parte del culto a la celebridad que tú misma has experimentado?
Efectivamente. Cuando alguien se convierte en una figura pública o icónica, pierde sus características humanas, tiene solamente una dimensión. Nos olvidamos que son seres humanos, que se cansan, que se deprimen, que suben de peso, que sufren desilusiones amorosas, que sienten como todos nosotros. ¿Sabes lo que quiero decir? Eso es algo importante para mí, algo que quise explorar en esta película.
8. Andrea Riseborough, una actriz poco conocida, es la estrella de «W.E.». ¿Fue difícil encontrar a la perfecta Wallis Simpson para la película?
Fue todo un reto. Conocí a muchísimas asombrosas actrices con las que me hubiera encantado trabajar, pero no eran las correctas para el personaje. Fue un reto porque Wallis Simpson fue muy específica. Era americana, pero con un sentido muy europeo. No hablaba con un acento británico, pero tampoco con un acento americano, sino con acento que se dice medio-atlántico. Era una mujer muy chic, pero extremadamente andrógena; no tenía el cuerpo típico convencional femenino con curvas. Había algo de monja en su manera de vestir y presentarse. Cuando Andrea entró y la vi por primera vez, supe que después de ver a tantas actrices, ella era la correcta. Pero tomó tiempo.
9. Háblanos del primer día de rodaje. ¿Cómo fue la experiencia?
Tenía mariposas en el estómago. No puedo describir cuán nerviosa y excitada estaba. El primer día de rodaje fue en el departamento de Park Avenue, y yo quería crear una atmósfera de iglesia, un lugar sagrado en el que pudiera tener alguna comunicación con lo divino, y canalizar la energía que yo deseaba para el proyecto.
10. ¿Y cuáles son los placeres físicos o intelectuales de estar detrás de la cámara?
El placer es saber que todo comienza con un pensamiento y una idea, y que mi pensamiento se manifestó en un guión, y después el guión se manifestó en los personajes cobrando vida en este mundo que habíamos creado. Fue todo un milagro ver cómo un pensamiento, tal como una semilla, fue plantado; y como creció y dio vida. Me sentí muy emocionada por el hecho de haber sido parte de ese proceso.
11. ¿Cuáles son tus verdaderos intereses ahora? ¿Qué es lo que te apasiona?
Tratar de comprender las leyes del universo, la naturaleza de la humanidad. Tratar de descubrir y saber la diferenciar entre lo que es real y lo que no. Tratar de ver dónde poner mi energía. Ver más adentro de la superficie de las cosas. De encontrar maneras de retarme a mí misma como artista, y de preguntarme para beneficio de quién hago las cosas que hago.
