Francisco Comarazamy, leyenda viva del periodismo, está a un tris de cumplir 104 años de edad. ¡Y su mente está lúcida! Cumple años el próximo 4 de octubre.En su rol de periodista, trabajó -en forma ininterrumpida- durante más de 80 años. Increíble, ¿verdad?
Este viejo roble del periodismo nacional, hasta hace tres años se mantenía activo, por lo menos escribía su columna -una vez a la semana- para el periódico Listín Diario, del cual fue director durante varios años.
Libros Dominicanos. Así titulaba su muy leída columna en la que resaltaba la calidad de los libros de autores nacidos en esta bendecida tierra de Juan Pablo Duarte y Gregorio Luperón. Los escritores criollos, cuando publicaban sus obras, querían que se dieran a conocer en el espacio de don Francisco Comarazamy.
Al momento de este redactor presentarse, junto al fotorreportero Orlando Ramos, a su residencia, ubicada en el ensanche Naco -en el centro de la capital-, Comarazamy estaba recostado en su cama, con una larga sábana ceñida a su cuerpo; con sus ojos grandes bien abiertos. Se observó en él una amplia sonrisa al ver a los periodistas de elCaribe.
En principio, se esperaba que al momento de nuestra llegada iban a estar presentes en la morada de don Comarazamy por lo menos dos de sus tres hijos, Roosevelt Comarazamy, veterano periodista deportivo y abogado, y Danny Comarazamy, ingeniero, pero además “fiebrú” deportista. Danny también es fiel seguidor de Tito Rodríguez, uno de los grandes de la canción romántica. Tan admirador de Tito Rodríguez que tiene la colección completa de este inmortal artista puertorriqueño, fallecido hace más de 15 años. Pero Roosevelt y Danny tenían obligaciones de trabajo.
“Don Coma”, como lo llaman sus amigos de más confianza, mira fíjamente a los ojos cuando se apresta a saludar.
Pero después de una larga reflexión, solicitó que le sometieran un cuestionario para responderlo, porque no estaba en condición de articular muchas palabras.
El viejo roble del periodismo fue complacido. Se le sometió un cuestionario de 15 preguntas. Todas fueron contestadas en forma clara y coherente.
Con sus respuestas, demostró que todavía tiene lucidez, que sus neuronas no están del todo oxidadas, pese a tener a cuestas 103 años.
“Me siento bien dentro de lo que cabe. Me alegra que ustedes se hayan molestado para escribir de mí”, dice.
Tras unos minutos de llegar a la residencia de Don Coma, hizo la siguiente expresión: “Oh, Nina, ¿eres tú? ¿Cómo está el boxeo? Siempre te veo en tu programa. Me gusta mucho”.
Preguntó por Osvaldo Santana, director de elCaribe. “Ya sé que Osvaldo está en elCaribe, él antes estaba en el Listín Diario, prosiguió recordando.
Pero también preguntó si en los periódicos donde trabajó por decenas de años, los periodistas son tratados “como yo los trataba”. “Porque cuando yo era director nunca maltraté a nadie, protegía a mis periodistas y mi despacho siempre estaba abierto. Todo el mundo podía entrar a mi despacho sin pedir cita ni permiso…así era yo”, rememora.
Pese a que prefirió dar las respuestas por escrito, no se negó a dialogar, aunque lacónicamente, sobre su estado de salud, de sus años y de lo que hace a diario.
Casi no se levanta de la cama. Lo asiste una joven de nacionalidad haitiana que no quiso que la fotografiaran.
“Ya estoy en las últimas. Aquí me ven ustedes, pero todavía estoy vivo. Y leo los periódicos…leo sin tener que ponerme lentes”, proclamó Don Coma dejando ver una sonrisa.
Nacido en San Pedro de Macorís, Comarazamy no olvida sus años de muchacho, cuando correteaba por las calles polvorientas de la llamada “ciudad del pelotero”. Pero, la Sultana del Este es también tierra de poetas y de intelectuales.
Sobre sus simpatías beisboleras, revela que su pelotero preferido fue Ricardo Carty, un estelar de las Grandes Ligas que ganó el título de bateo (de la Liga Nacional) en 1970 vistiendo el uniforme de los Bravos de Atlanta. Pero también dejó ver que tuvo admiración por otros dos estelares peloteros petromacorisanos: Pedro Guerrero y Alfredo Griffin.
El periodismo lo lleva en la sangre
Francisco Fernández de Rojas es, al igual que don Francisco Comarazamy, un longevo periodista. Natural de España, Fernández de Rojas es tocayo y colega del ícono periodista dominicano.
El periodista, también arropado por más de un siglo en el planeta Tierra, dedicó más de 80 años, de sus 101 de vida, al ejercicio profesional del periodismo… ¡este español también es una leyenda viviente del periodismo!
De acuerdo con informes, Fernández Rojas, nacido en el poblado de Ocaña (Toledo), empezó a ejercer la profesión de periodista a los 19 años de edad.
Es posible que estos dos periodistas sean los únicos sobrevivientes con más de 100 años de edad y con una historia profesional de más de 80. Aunque uno es del viejo continente y otro de esta media isla caribeña, ambos son dignos de admiración por su dedicación. ¡Wao!
Comarazamy, una leyenda de la prensa nacional, trabajó el periodismo por vocación. En su largo batallar en los medios que laboró, quedó demostrado que el periodismo lo lleva en la sangre.
A la edad de 8 años, ya daba visos de que iba a ser periodista, según revela Danny Comarazamy. A esa infantil edad escribía algunos párrafos que comenzaban a trazar las líneas periodísticas. Como para validar su clara vocación al periodismo, don Francisco Comarazamy revela: “Creo que se deriva de mi afición a la literatura y mi pasión por la lectura de libros. No fue un paso muy difícil porque siempre me atrajo escribir”.
Pero además, precisa que si volviera a nacer, sería de nuevo periodista.
“Ejercí el periodismo por casi 80 años y así me conoció mi país…nunca me arrepentí de haber tomado la decisión de ser periodista. He tenido más disfrute que sinsabores. No tengo dudas de que si naciera de nuevo volvería a ser periodista”.
La Nación, ElCaribe, Listín Diario
Estos fueron los periódicos en los que don Francisco Comarazamy puso a prueba su capacidad profesional. Fue aspirante a médico en el consultorio del doctor Julio De Wint. Del reputado médico informa que tenía una amplia biblioteca en San Pedro de Macorís… y además de médico era poeta. “Y allí, en el consultorio del doctor De Windt, fue donde me vino la inspiración de ser periodista”.
En elCaribe y Listín Diario, cuando ya era un experimentado periodista, laboró prácticamente en todas las áreas. Desde novel redactor interno hasta desempeñarse en el cargo principal de un periódico: El de director general.
En La Nación, en plena era de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, trabajó en roles de corrector de estilo y jefe de redacción.
En Listín Diario, junto a don Rafael Herrera, un dúo perfecto en el periodismo profesional. Don Rafael como director general y Comarazamy como subdirector. Su desempeño como subdirector constituyó -literalmente- la “previa” al cargo de director…porque semanas después del fallecimiento de Herrera, don Francisco pasó a ocupar ese puesto.
Satisfecho
Además de su satisfacción en el ejercicio del periodismo, siente orgullo por su familia, por sus hijos, quienes -afirma- han trillado caminos de éxitos en sus respectivas carreras.
Recuerda con nostalgia a su esposa, doña Aura Medina Martínez, oriunda del municipio de Licey, Santiago, pero que a temprana edad se instaló en San Pedro de Macorís, la tierra de Don Coma.
“Yo la conocí cuando ella era parte de un grupo musical femenino junto a varias de sus hermanas mayores”, acotó.
Los primeros teclazos como periodista los dio en una vieja máquina mecánica, en el periódico Macorís. Tras unos meses en el citado rotativo, trabajó como corresponsal del periódico La Opinión.
Reza todas las noches antes de acostarse “y me siento en paz porque nunca he cometido un acto reñido con las buenas costumbres”.
Su labor en elCaribe
Comarazamy también recuerda su estadía profesional por el diario elCaribe donde laboró en varios departamentos. Fue un trabajador en la etapa de Germán Ornes Coiscou (fallecido) a quien se le sindica como uno de los grandes del periodismo nacional. Reportero, corrector de estilo, jefe de Redacción y subdirector fueron cargos importantes que desempeñó Don Coma en este diario.
Al ser informado de que la dirección general de este periódico, en esta nueva etapa que vive el modernismo del periodismo, había decidido dar a conocer su larga y positiva historia en los medios de comunicación, Comarazamy manifestó gran alegría. Y de inmediato se puso a la disposición para que lo contactaran y se escribiera parte de su extenso “backgraound” en el periodismo ejercido en República Dominicana. “Nunca voy a olvidar mi paso por elCaribe. Allí estuve por mucho tiempo”, recuerda.
¿Cómo se alimenta?
En lo que respecta al régimen alimentario, a Don Francisco Comarazamy -a suscasi 104 años- se le puede calificar como una excepción. Desayuna, normalmente con frutas, especialmente naranjas, piña, lechosa y nísperos.
Los nísperos, informa, los come casi todos los días porque llegan sin problemas a su hogar. Caen de la mata que hay en el patio de su residencia.
Otras porciones de su alimentación la constituyen el café negro, café con leche y té.”Antes tomaba mucho café negro, luego cambié para té y en la actualidad tomo café con leche, o más bien leche con café”, agregó. Es un hombre de poco comer y lleva una estricta dieta.
Además, su predilección en la dieta es el pescado. Y todavía el pescado sigue siendo su principal alimento.
De noche, horas antes de irse a la cama, su ingesta es de queso, víveres blancos o galletas de soda.
Un consejo a la nueva generación
El ejercicio del periodismo, como todo accionar profesional, ha acusado cambios, metamorfosis. Pero, ¿el ejercicio del periodismo dominicano avanza? O su cambio, dentro del modernismo, ¿ha sido positivo?
Don Francisco Comarazamy no emite una opinión acabada respecto a la praxis del periodismo nacional en estos tiempos. Lo que sí expone, cuando se le consulta en lo concerniente al consejo que se le debe dar a la nueva camada de periodistas dominicanos, es que sean honestos y éticos. “Que la búsqueda de la verdad sea siempre lo más importante, que ejerzan la profesión con honestidad y que la ética prevalezca por encima de lo material”, expresa.
Postula que antes, ahora y siempre prima el instinto para descubrir lo quepuede ser noticia, que en definitiva es un relato de un hecho interesante. Y le reitera a la nueva generación nunca abandonar los principios éticos.