Doce kilómetros de agua de color azul turquesa bañan la ciudad de Santo Domingo, cuyo malecón adopta cuatro nombres distintos a lo largo de su recorrido. El paseo marítimo que inicia en el kilómetro 12 de la autopista 30 de Mayo y finaliza en la avenida Francisco Alberto Caamaño, sigue su curso en las márgenes de la avenida España hasta llegar a la comunidad de La Caleta para formar el denominado Parque Nacional “Litoral Sur”, un área protegida durante el gobierno de Joaquín Balaguer en el 1968.
Pese a estar resguardado bajo la Ley 305, que ordena su cuidado y conservación, buena parte del parque está contaminado y abandonado por las autoridades municipales y medioambientales.
Si bien es cierto que en los últimos años, áreas como Güibia y Juan Barón han sido recuperadas para el disfrute de la población, hay puntos en estado crítico donde no llega la mano del cabildo.
Nuestro recorrido empieza en el tramo que va desde el kilómetro 12 de Haina hasta la avenida Abraham Lincoln, conocido como autopista 30 de Mayo.
Monte y culebra
A partir del elevado de la avenida Luperón y pasar la zona de los moteles (15 en menos de un kilómetro) nos detenemos en la heladería Manresa, lugar que por décadas sirvió para el esparcimiento de la familia. La imagen no puede ser más deprimente.
El descuido se evidencia en los cúmulos de basura y la maleza que cubre los pocos bancos que aún sirven.
Junto a las uvas de playa, almendros y palmeras, crecen de forma silvestre habas y matas de auyama que se arrastran por el paseo donde también se crían reptiles y sobrevuelan garzas que se alimentan de los montones de desperdicios. El hedor es insoportable.
Vecinos aseguran que desaprensivos de otros sectores vierten basura, animales muertos y vísceras de pollo a orillas del mar. “Yo he visto guaguas vaciando sacos de perros muertos, caballos, pilas de papeles, tripas de pollo, parece que al Ayuntamiento no le duele esta zona.Uno tiene que por necesidad quemar porque el mal olor llega hasta el otro lado”, asegura Wellington Valdez, residente en la urbanización Miramar.
Falta de visión
A juicio de la urbanista Amparo Chantada, el descuido de esta zona se debe al poco desarrollo de la industria hotelera y a la falta de visión del cabildo del Distrito Nacional. “El ayuntamiento ha abandonado partes del malecón porque no hay hoteles cerca, eso significa que el alcalde no tiene una visión de conjunto de la ciudad, no percibe que el malecón es un bien natural invaluable, que es un atractivo sin comparación para el turismo”.
La urbanista entiende que Roberto Salcedo aspira a que el capital privado se apropie del malecón “como lo hicieron los Vicini con la plaza Juan Barón, pero ni la Cervecería, ni las urbanizaciones privadas se interesan en esta inversión”.
Parqueos clausurados
Muchas áreas de parqueo en esta zona del malecón se encuentran inhabilitadas por muros de cemento que bloquean su acceso. Es el caso de los que se hallan frente a Casa de España, convertido en un botadero de escombros, donde es muy raro encontrar un filtrante con tapa y donde se aprecia el vertido de aguas residuales provenientes de las industrias y hoteles.
Cristófer Sánchez, uno de los pocos peatones que se ejercitan en la zona, asegura que el área está vuelta un desastre desde el monumento a los héroes que lucharon contra Trujillo hasta Manresa. “Mucha gente quisiera caminar por aquí pero no se atreve por la basura, las trabajadoras sexuales, los locos, es un poco inseguro”.
El monumento al que hace referencia el joven es el complejo escultórico diseñado por Silvano Lora en 1993 para honrar el patriotismo de los hombres que allí ajusticiaron al tirano Rafael L.Trujillo la madrugada del 30 de mayo de 1961.
Las banderas que deberían ondear en las astas del monumento Héroes 30 de Mayo brillan por su ausencia, al igual que las lámparas reflectoras.
La huella del descuido también está presente en el cuerpo de una de las esculturas que luce embadurnada con pintura blanca.
Ya en las inmediaciones de la universidad del Caribe, los paseos a ambos lados de la autopista son usados como parqueos, lo que constituye un peligro por la circulación masiva de vehículos pesados.
Las únicas áreas limpias que se aprecian en todo el trayecto son las que se encuentran frente al edificio de E. León Jimenes, empresa que hace aproximadamente dos años apadrinó un tramo y la del helipuerto de Santo Domingo.
Desde la avenida Abraham Lincoln hasta la calle Palo Hincado, el malecón pasa a llamarse avenida George Washington, donde sí es notable la presencia masiva del cabildo con dispositivos de limpieza permanente.
Desde la Palo Hincado hasta la Fortaleza Ozama el paseo recibe el nombre de Padre Billini, donde hay varias casas “bomba”que por su antigüedad corren el riesgo de colapsar. A partir de ahí hasta el puente Duarte el malecón se convierte en la avenida Francisco Alberto Caamaño. Así concluye la primera parte de nuestro recorrido por el litoral sur.
Existe un plan para recuperar la zona
Aunque el cabildo contemplaba la recuperación del litoral capitalino dentro del Plan Estratégico del Distrito Nacional en 2010, su secretario general Domingo Contreras, sostiene que la administración peledeísta es la única que ha desarrollado una propuesta integral que ha pasado de las ideas a los hechos en diferentes fases. Contreras dijo a elCaribe que es una prioridad de la alcaldía impulsar el desarrollo turístico y el disfrute de la ciudadanía en esta zona.
Sostuvo que en la Sala Capitular hay una propuesta de la Federación Dominicana de Golf que prevé convertir la zona frente a Metaldom hacia los kilómetros en un campo de golf de nueve hoyos que incluye la ampliación de las aceras. Con respecto al tramo que va desde el monumento Héroes 30 de Mayo hasta el kilómetro 12, dijo que el ADN trabaja junto a Odebrecht en una propuesta de rescate que se desarrollaría con financiamiento externo para remozar los 12 kilómetros de costa de la capital.