No es sorpresa que en los últimos años han sido los teclados los que unen nuestras vidas. Sin duda algo bueno cuando se está a distancia, pasó de ser cura a enfermedad cuando en los restaurantes ya no se miraban rostros sino pantallas, los novios tenían más química por Chat que en persona y la incomunicación física se regó en la humanidad.

La ausencia presente

El “deteching”, traducible como destecnologización, es una corriente que destaca el uso de celulares simplemente como teléfonos, y el que las tecnologías no son extensiones de nuestro cuerpo. Junto a este término nació el “offlining”, que es lo mismo pero para Internet, propone el desconectarse de la Red.

“Son como el yoga o los cursos de meditación: iniciativas importantes quizás a nivel personal, pero no particularmente notables a nivel social”, afirma Nicholas Carr, un señalado como escéptico de esta lucha, en Prospect Magazine.

Aunque, como Carr, los expertos en tecnología no creen que trasciendan el hecho de ser “movimientos contraculturales poco significativos”, los padres y toda la generación que creció sin celulares inteligentes (y algunos de esta generación también) esperan sí encontrar un balance en “el mal del siglo XXI”, que prevalece en Estados Unidos y Japón y se anota entre un 10 y un 15 por ciento de adictos en España, según publicó el periódico español El Mundo.

Te invito a vivir el 1.0

¿Quién no tiene un amigo que por más que se resistió a estos aparatos terminó cayendo en ellos? Como una forma de llamar la atención de aquellos que no se hacen de rogar para estar conectados todo el tiempo, de manera especial a las redes sociales, surgieron propuestas que invitan a ser “análogos”, aunque sea un poco.

Los tailandeses tomaron la delantera con “Desconectarse para conectarse”, una publicidad lanzada en octubre de 2010 por DTAC, la segunda proveedora más grande de tecnología GSM a celulares en el país asiático, que muestra cómo cambian los personajes cuando deciden apagar sus teléfonos, y que hace frente a publicidades de teléfonos que muestran estas conexiones solo como positivas. Irónicamente el spot de DTAC tuvo 660 mil reproducciones en sus primeros siete días en YouTube.

Igual es el caso del teléfono lanzado por Windows, cuya publicidad atacaba la adicción a los teléfonos inteligentes proponiendo un dispositivo móvil que cambiaría la vida de los usuarios por, sorprendentemente, usar menos el teléfono. “Be here now” (Estar aquí y ahora) era el eslogan que resaltaba las conexiones en el mundo real como más valiosa que las móviles o digitales.

Otra iniciativa es la de Offlininginc.com, una Web lanzada por los gurús del marketing Eric Yaverbaum y Mark DiMassimo, la cual hasta el momento ha animado más de 25 mil personas para que se comprometan a desconectarse de la Red durante un día, una semana, un mes o lo que decidan, pero irse a vivir el mundo real.

El plus

“A las compañías les mueve el dinero. Todo el que quería tener un teléfono celular ya lo tiene, entonces tienen que ofrecer algo más que incremente la facturación y ese algo son los servicios de Internet”, afirma José Ares Guzmán, Director de Tecnología de Multimedios El Caribe.

“Se empezó con la comunicación de voz, luego la de datos con los correos y demás y ahora la comunicación de entretenimiento con las redes sociales, televisión y radio a travé de los móviles”, agregó.

De usos positivos o no, los excesos de cualquier tipo son malos y ya existe un refrán que describe a la perfección lo que algunas veces pueden ser los dispositivos tecnológicos: “Alejan a los que están cerca y acercan a los que están lejos”… Sin embargo que la realidad va cada vez más a lo virtual es un hecho, y que el que quiere estar caminando de la mano a los nuevos tiempos debe y necesita montarse en el barco de la tecnología. Y ahora me voy que mi BB está prendiendo la lucecita.

“La culpa no es de la tecnología en sí, es cuestión de aprender a usar los aparatos, cuestión de educación. Las personas ponen atención a los que están lejos por la distancia y olvidan a los que están cerca. Además, hay tantas conexiones que el tiempo no alcanza, reciben información por muchos lados”, indica José Ares Guzmán, Director de Tecnología de Multimedios El Caribe.

 

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