MONTEVIDEO (AP) — En medio del escándalo internacional que causó el supuesto abuso de un joven haitiano por parte de marinos uruguayos, representantes de los países latinoamericanos que participan en la fuerza de paz de las Naciones Unidas en el país caribeño se reunirán para analizar la situación.
El encuentro se realizará el jueves en Montevideo y participarán ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, El Salvador, Perú y Bolivia, países que enviaron tropas a la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah) creada por las Naciones Unidas en 2004 tras la caída del presidente Jean-Bertrand Aristide.
Un portavoz del Ministerio de Defensa uruguayo que no está autorizado a revelar su nombre por políticas de la institución dijo a la AP que el embajador chileno Mariano Fernández, secretario general de la Minustah, brindará un informe sobre la situación de los cascos azules en ese país y que se espera que en la reunión Brasil mantenga «su posición de reducir o eliminar esa fuerza de paz».
El ministro brasileño de Defensa, Celso Amorim, confirmó que su país pretende reducir gradualmente sus tropas en Haití.
«Debemos tener una actitud responsable en relación a Haití y en relación a nosotros mismos. Ahora, a mediano y largo plazo, no es bueno ni para Haití ni para quien está allá que esa presencia (de tropas extranjeras) se perpetúe», declaró Amorim en una entrevista con BBC Brasil difundida el martes.
La oficina de prensa del Ministerio de Defensa confirmó el contenido de la entrevista aunque aclaró que se trata de una idea en fase inicial y que el eventual retiro de tropas aún no tiene plazo para entrar en ejecución.
Brasil encabeza la Minustah, conformada actualmente por 12.252 oficiales entre militares y policías.
El ministro alertó que «no podemos tener una salida desorganizada que genere una situación de caos» pero consideró también que se debe evitar una situación de «falsa comodidad» con la presencia de los soldados en el país caribeño.
En Buenos Aires, donde se encontraba de visita, Amorim había dicho el lunes que «no se puede contaminar toda una misión de paz por un episodio específico» en referencia al escándalo que estalló tras la difusión de un vídeo de lo que parece un intento de violación de un joven haitiano por parte de marinos uruguayos, quienes están bajo investigación de las Naciones Unidas y las autoridades uruguayas y se encuentran detenidos e incomunicados.
El jefe de relaciones públicas de la Armada uruguaya, capitán de fragata Sergio Bique, dijo que «no se visualiza un intento de violación debido a la actitud de los tripulantes, que estaban todos vestidos. Es una broma de mal gusto, en mal momento y mal lugar».
El episodio es un duro golpe a la imagen de esa fuerza de paz.
Aunque aparentemente no se habría concretado el abuso, el joven fue sometido a una humillante simulación en medio de las carcajadas de los presentes. Se determinó, sin embargo, que hubo una violación al Código de la ONU al permitir el ingreso de un civil a una unidad militar.
Uruguay «debe pedirle perdón lo más urgentemente posible al pueblo y al gobierno de Haití, reparar a la víctima de estos actos aberrantes, ser exhaustivos con las investigaciones y aplicar las más máximas sanciones imaginables a los responsables», dijo a periodistas el ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro tras comparecer ante la comisión de Defensa del Poder Legislativo en la que informó sobre el caso.
Agregó, «que prohibió a las tres fuerzas referirse a este episodio con el calificativo de broma, ya que el uso de esa palabra es de por sí oprobiosa y vergonzosa para cualquier oficial de las fuerzas armadas. Aquí no hubo ninguna broma, sino una grave agresión a una persona».
En tanto el comandante de la Armada, el almirante Alberto Caramés, declaró que se «aplicarán las penas con mayor severidad y rigor».
El ministro informó que se designó al general José María Burone para profundizar las investigaciones en Haití.
Amorim, ministro de Relaciones Exteriores durante los ocho años de presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), consideró que la situación crítica de seguridad en Haití fue superada después de celebrar dos procesos electorales.
«Los manuales de ciencias políticas orientan que la segunda elección es la que indica que la democracia está consolidada», declaró el ministro.
