La princesa del pueblo y su vida

Nazaret: Tenía once años cuando sucedió el catastrófico accidente que conmocionó al mundo. La princesa Diana de Gales había muerto junto a su novio Dodi Al-Fayed, en un accidente automovilístico en el interior del Túnel de l’Alma, en París, cuando intentaban escapar a los paparazzis. Nunca antes, y todavía al momento, no ha habido un miembro de la realeza que haya influido tanto en la gente. La sensibilidad, el carisma, la dulzura y la humildad de la princesa de Gales se robaron el corazón de quienes la conocían, así fuera a través de una fotografía o una imagen de televisión. Por eso, aquel domingo 31 de agosto de 1997 fue uno de los más tristes en todo el mundo.

Sentada frente al televisor lamenté entre lágrimas su trágica muerte. Había muerto la princesa que ayudaba a los pobres. Era una de las pocas cosas que conocía de aquella rubia encantadora de ojos azules, con dos hijos muy guapos, que se había librado de un matrimonio tortuoso, que le había llevado a un intento de suicido, depresión y bulimia.

Las grandes muestras de dolor que mostraban en la noticia, la gente que se agolpaba en las calles de Londres, para despedirla sollozantes, pancartas y flores en manos, a la única princesa “no real en toda la historia de Reino Unido”.

Todo el mundo lloró la muerte de aquella mujer que vivió sus últimos años trabajando por los desfavorecidos. “Nada me da hoy tanto placer como poder ayudar a los que, en nuestra sociedad, son vulnerables” se recoge en una entrevista que publicara la revista Vanity Fair a solo cuatro meses antes de su muerte.

Lady Di no fue solo una buena madre sino también una buena persona. Eso dicen de ella los viajes que realizaba a Camboya o África, para compartir con los niños, sobre todo, a los que profesaba un cariño muy particular. Hay fotos que muestran como los sostenía entre brazos, en ocasiones llorosa si es que estaban enfermos.

En una visita a los Estados Unidos para una campaña en contra de las minas terrestres, conoció a la madre Teresa de Calcuta, a la que más tarde le unió la amistad y el mismo pálpito social.

A pesar de las críticas y la polémica del gobierno británico, se mantuvo firme en sus causas. Incluso encabezó una misión oficial en contra de las minas terrestres antipersonales, por la que fue bastante atacada. Según la agencia REUTERS su última presentación en público fue del 7 al 10 de agosto, en una visita al campo minado en Travnic, Sarajevo y Zanezica.

“El efecto general de Diana sobre las organizaciones y sociedades benéficas es probablemente más significativo que el de cualquier otra persona en el siglo XX”, afirma el director del Institute of Charity Fundraising Managers.

Un estilo de firmeza

El estilo de Diana fue seguido por muchas durante décadas, desde el corte y color de cabello hasta los cuellos marineros. Aquella chica que había logrado el sueño de muchas de casarse con un príncipe, selló su influencia desde la Casa Real inglesa desde el momento en el que se anunció el compromiso, cuando ignoró que el color negro en la realeza sólo era permitido usarlo en ocasiones de luto, y lució un traje oscuro de chifón con un escote en forma de corazón.

A continuación podemos ver algunos de los atuendos que llevó. Una imagen que al principio fue muy fresa. primera fue muy fresa, y a través del tiempo logró transformar en sofisticada.

«Fue un icono en el mundo de la moda internacional, pues rompió con el protocolo de la monarquía de vestirse sólo con las creaciones de los diseñadores ingleses. Dijo adiós a los cuellos altos y las faldas bajo la rodilla», afirma en una entrevista la diseñadora mexicana Maru Saldivar. “Su estilo fue siempre clásico y casual; lució lo más innovador de las grandes figuras de la moda. Jamás tuvo excesos en los accesorios, ni en los escotes; Lady Di nunca fue una mujer ostentosa”, agregó.

En cuanto a joyas, siempre eligió sencillez: collares de una vuelta, pendientes labrados en oro y collares de perlas extradelgadas. Los diamantes los utilizaba en la Corona.

A pesar de que su hijo William, quien contrajo matrimonio con Kate Middleton en este año, ha dicho varias veces que no pretende que su esposa «siga» los pasos de su madre y ésta tenga su propio futuro, muchos dicen que la historia tal vez no se repite pero sí continúa, comparando el estilo de la joven Middleton con el de Diana.

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