Cueto lanzó ocho episodios de blanqueada y su compatriota Francisco Cordero fue ayudado por una doble matanza para salir del atolladero con las bases llenas, y resolver la victoria por 2-1, el miércoles por la noche.
«Tuvimos suerte de sacar esto», dijo el manager de los Rojos, Dusty Baker. «Sacamos esos últimos outs en el mejor momento».
Cincinnati tenía una ventaja de 2-0 en la parte baja de la novena entrada, y Cueto (9-5) buscaba su segunda blanqueada en la campaña. En vez de ello, Ryan Zimmerman conectó un vuelacerca al primer lanzamiento del inning, y Baker envió a Cordero a la lomita.
Después de un rodado de out, Jayson Werth recibió un boleto, Danny Espinosa pegó un sencillo y Jonny Gomes se embasó en un error del campocorto Paul Janish, para llenar la casa.
Luego, el venezolano Wilson Ramos pegó una roleta al intermedista Brandon Phillips, quien comenzó la doble matanza, del cuatro, al seis, al tres.
«Fue la jugada que salvó el juego», dijo Cordero, quien se anotó su 24to salvamento. «Cualquier otra cosa que hubiera pasado ahí hubiera empatado el partido. Fue lo mejor que pudo ocurrir esta noche… y ocurrió».
La ofensiva de los Nacionales puso en riesgo una estupenda actuación de Cueto. El derecho toleró seis hits, recetó cinco ponches y no obsequió boletos.
Cueto mostró de inmediato que venía afinado, al ponchar a sus primeros tres oponentes. Mejoró su efectividad a 1.89, la más destacada de las Grandes Ligas, luego que esta salida dio al quisqueyano el número mínimo de innings para figurar en esta estadística.
Baker incluso envió a batear a su pitcher en la octava entrada, con las bases llenas y dos outs.
