El arte de la buena vida: The Ilder Academy

En estos tiempos «difíciles» vemos como las personas centran casi el 80% de su vida diaria en el trabajo. Sí, así es, aunque muchos…

En estos tiempos «difíciles» vemos como las personas centran casi el 80% de su vida diaria en el trabajo. Sí, así es, aunque muchos lo quieran negar. Todo esto se debe a que en la actualidad un puesto de trabajo es tan valioso como ganarse la lotería. Pero no para Tom Hodgkinson, fundador de la Idler Academy, un británico de 43 años que dirige esta escuela en Londres, la cual se dedica al arte de la vagancia. Allí los estudiantes reciben clases para huir del yugo laboral.

En el pequeño y peculiar local, ubicado en el barrio Notting Hill, no se estudia nada que se considere útil para el trabajador. No se permite los principios corporativos, la productividad y las presentaciones en Power Point. Aquí se bebe vino (bueno o malo), se discute a la manera dialéctica y se organizan simposios de filosofía griega, conciertos de música medieval, lecciones en reparación de objetos, entre otros tópicos.

Sus instalaciones además hacen las veces de librería y café. “La programación no sigue un criterio fijo, sólo intentamos alejarnos del new age y de la autoayuda”, explica su director.

Esta doctrina ha atraído sobre todo a personas del mundo de las artes: literatos, músicos, artistas plásticos. La mayoría frecuenta el lugar con la esperanza de mejorar sus existencias, de huir de la mentalidad que descansa tras el engranaje capitalista, que nos fuerza a trabajar para disfrutar de unos pocos caprichos que nos empujen a trabajar más aún.

La «Academia de la buena vida», busca enseñar a las personas a trabajar por su cuenta.

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